martes, 22 de agosto de 2017

REVOLUCIÓN, LA TERCERA DÉCADA (II) (1980-1991)



En 1986 se reúne el III Congreso del PCC en dos sesiones diferidas teniendo como temas básico el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas y el análisis del programa del partido.
 En el ámbito internacional  ocurren acontecimiento que influyen directamente en lo que está pasando directamente en Cuba, el proceso de “apertura” y “trasparencia” que se lleva a cabo en la URSS impulsado por Gorbachov, la creación del Sindicato Solidaridad en Polonia. El desmantelamiento del socialismo en esos país, fue un proceso continuo, que fue muy seguido en Cuba no solo por los políticos sino por todo el pueblo a través de la prensa soviética que entraba copiosamente en Cuba  y en español y que ahora se hace incomoda y finalmente prohibida por las autoridades cubanas.
“A partir de 1986 se inició el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, con el objetivo de renovar el socialismo cubano, de iniciar nuevamente la búsqueda de un modelo autónomo”[1]
“Un período de crítica y autocrítica de la vida nacional en un intento por erradicar males y deformaciones que amenazan con convertirse en endémicos si no son arrancados a tiempo de la infraestructura y superestructura social”[2]
 En Cuba desde 1986 la cultura se pone a tono con el proceso de “rectificación” de errores y tendencias negativas” que desde el partido y el Estado pretende anticiparse a lo que ocurre en los países del Bloque Socialista Europeo.
 Hay un estímulo mayor a la crítica de lo mal hecho y de los problemas de la sociedad cubana, que se enfoca en los problemas de la doble moral, la simulación, la centralización ideológica, el inmovilismo y la dependencia económica del CAME que entra en crisis.
 Desde la cultura se produce los cambios más radicales en la sociedad cubana, principalmente en las artes plásticas, el cine y la radio.
La rectificación de errores y tendencias negativas fue un proceso político emprendido por la dirección del PCC[3]  que pretendía rectificar fayas evidentes del sistema socialista, principalmente en su economía y en la dirección del estado y la sociedad. En la economía por el exceso de planificación y colectivización en un país como Cuba dependiente y mono productora lo que la hacía peligrosamente vulnerable ante los evidentes cambios que se producían en los estados socialistas europeos y el bloqueo económico de los Estados Unidos.
La rectificación de errores pretendía hacer frente a estos fenómenos con métodos y soluciones socialistas, revisar la estrategia de desarrollo económico (que nunca llegó) y del sistema socialista en su conjunto y volver a colocar al “Hombre” como individuo en el centro de sus problemáticas (esto nunca se logró, el ser humano siguió siendo el “Ser” colectivo sin rostro para el que se generaban soluciones colectivas).
 La rectificación de errores aspiraba a fortalecer la cohesión y la unidad nacional imprescindible para conservar la soberanía nacional; reconoce la escasa participación popular en la toma de decisiones y aunque no pudo lograr todos sus objetivos sirvió de base para enfrentar el durísimo “Período Especial” de la década de los 90.
 Desde el punto de vista práctico la dirección política y del estado emprendió medidas  económicas y judiciales ante la corrupción a todos los niveles, incluyendo oficiales de alto rango implicados en delitos de contrabando de droga, tráfico de influencia, impunidad que fueron juzgado dejando bien claro que nadie está por encima de la Ley.
 A fines de 1989 se produce la desintegración del Campo Socialista que culmina con la desaparición de la Unión Soviética en 1991, lo impensable para los revolucionarios cubanos, habían caído producto de sus errores internos, por su inmovilismo ideológico, la centralización excesiva del poder y la pérdida de liderazgo dentro de su pueblo.
 Las ataduras con el CAME y el campo Socialista no le permitió a Cuba realizar cambios que le prepararan para la debacle del “Socialismo Real”, solo quedó atrincherarse.



[1] Arnaldo Silva León: “Cuba y su historia, 3ra parte: La Revolución en el poder”, pág. 295
[2] Nelson Herrera Ysla: “El ajiaco cubano de los 80” en rev. La Gaceta de Cuba, Nº 2, p.11, 1992
[3] Partido Comunista de Cuba

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