lunes, 21 de agosto de 2017

REVOLUCIÓN CUBANA, LA TERCERA DÉCADA (I) (1980-1991)



La década de los 80΄ se caracterizó en Cuba, desde el punto de vista político por el proceso conocido en la historia de la Revolución como de “Rectificación de Errores y Tendencias Negativas”, un debate abierto hacia el interior de la sociedad en búsqueda del mejoramiento del sistema socialista cubano, dependiente y vulnerable por los profundos vínculos de la isla con el sistema CAME[1] y el Campo Socialista de Europa del Este liderado por la URSS[2].
 De un modo u otro la Revolución Cubana reproducía el patrón del Estado  centralizado y burocrático que terminaba por paralizar toda iniciativa personal o de grupos no estatales con el consiguiente empobrecimiento del trabajo como fuente de riqueza y prosperidad para la nación, en tanto el ser humano esperaba  todo del estado socialista, para nada rico y cada día con mayores dificultades para hacer crecer las riquezas económicas  que garantizarían las conquistas sociales de la Revolución y con una gran deuda económica  con los Estados Socialistas  que en un solidario intercambio fuera de los precios del mercado mundial capitalista sostenía la precaria economía cubana, con un ritmo de desarrollo social muy por encima de sus capacidades económicas reales.
    La sociedad cubana de la década de los 80 vive el momento más álgido de las conquistas económicos sociales de la Revolución con una consolidación de la universalización de la enseñanza, salud para todos, seguridad social y un mercado en constante reanimación[3] pero con precios subsidiados por el Estado, lo que se hacía más evidente en la capital y las grandes ciudades de todo el país.
 Los logros sociales se consolidan como conquistas de la Revolución, algo inalienable que era casi imposible de perder; en muchos aspectos Cuba tenía indicadores y niveles de vida de países con mayor desarrollo que ella, pero persistían los graves problemas de falta de vivienda, baja productividad del trabajo, desestimulación del trabajo de calidad, plantillas sobresaturadas y acomodamiento de los trabajadores. “La idea del socialismo como sistema social existente y convincente para el país está profundamente arraigada en la población”[4]
 La macroeconomía se basó en los convenios del CAME y la división socialista del trabajo que afianzó en Cuba el modelo monoproductor y subdesarrollado de la neocolonia.[5] La agricultura extensionista y “especializada”, dejó de abastecer a su mercado natural de los productor que necesitaba (viandas, granos, carne y leche) y se convirtió en un renglón caro por el alto uso de combustible, de mecanización y productor químicos que a la larga empobrecieron los suelos y marginaron al campesino cubano a un segundo plano por la obligatoriedad de la venta al estado a precios topados y con la prohibición de  vender directamente al consumidor.
 La coyuntural y necesaria inserción de Cuba en el sistema CAME fue el modo de sobrevivir al férreo bloqueo económico y a las agresiones de todo tipo que Cuba recibía de los gobiernos de los Estados Unidos, fue un precio alto pues el país tuvo que renunciar a un desarrollo armónico, autónomo y sostenido, comprometiéndose con el modelo del “Socialismo Real” del bloque socialista europeo, “(…)lo que afectó negativamente la dirección económica, la eficiencia de los actores, el papel de la actividad económica en las transformaciones socialistas de los individuos, de las instituciones y la sociedad en su conjunto y al proyecto socialista nacional”[6]
 La presencia militar de Cuba en Angola se entendió hasta finales de la década de los 80 cuando fueron firmados los Acuerdos de Nueva York[7] que previó la retirada de Angola de todas las tropas extranjeras y garantizaba la independencia de Namibia. A ese acuerdo se llega luego de ser derrotadas las fuerzas militares de Sudáfrica y sus aliados de la UNITA[8]  en la batalla de Cuito Cuanavale por los ejércitos de Angola y Cuba.
 Fue un momento histórico para el pueblo cubano el regreso de las fuerza militares cubanas de Angola después de haber cumplido una larga y compleja misión internacionalista que no dejó de pesar sobre la economía del país. La Operación Tributo[9] con el homenaje de todo el pueblo a los cubanos caídos en la misiones en África fue un momento de reafirmación nacional y de los principios de solidaridad y apoyo a las causas justas que han caracterizado siempre a la Revolución.
 Pero en Nicaragua el gobierno sandinista enfrentaba el asedio de las fuerzas contrarrevolucionarias apoyadas por los Estados Unidos y con base en Hondura, fue un década de duros combates en la que no faltó el apoyo incondicional de la Revolución Cubana, formando personal civil y militar para el desarrollo del Nicaragua, la entrega de ayuda material de todo tipo y la presencia de asesores militares cubanos en el frente de combate. La difícil coyuntura internacional, el apoyo incondicional del gobierno norteamericano a los “contras” y el desgaste de la resistencia popular hizo que en 1990 Violeta Chamorro ganara la presidencia de Nicaragua y con ella terminara la Revolución Sandinista triunfante en 1979.
 La sociedad y la economía cubana se sintieron este sacrificio en medio de un panorama internacional más adverso y de mayor acoso para la Revolución Cubana.
 Pero el acontecimiento de política internacional que más repercutió en la sociedad cubana de los 80 fue el asesinato de Moris Bishop en la isla de Granada[10] por sus propios compañeros de causa, extremistas de izquierdas que destruyeron el proceso de cambios sociales que encabezaba este noble granadino y la posterior invasión de los Estados Unidos.
 El hecho desató el momento de tensión directa más grave entre Cuba y los Estados Unidos en esta década, porque en Granada había un grupo grande de colaboradores cubanos, civiles y militares, que fueron sorprendidos por los hechos, por lo que el gobierno cubano se vio ante los hechos consumados, sabiendo que el proceso revolucionario de ese país estaba fracasado y con un compromiso grande con el pueblo de Granada.
 El 25 de octubre de 1983 se produjo la intervención de los Estados Unidos en Granada, “para garantizar la vida y seguridad” de un grupo de estudiantes norteamericanos que estaban en la isla. El contingente cubano que estaba construyendo un aeropuerto, junto a la pequeña misión militar cubana, presentó resistencia cuando los soldados estadounidenses llegaron a sus posiciones y como resultado fueron muerto 24 de ellos, 50 heridos y 638 hecho prisioneros.
 Las preguntas no respondidas fueron, ¿por qué se le ordenó resistir a este pequeño grupo de personas, en su mayoría civiles? ¿Por qué no se retiró el contingente ante la inminencia de la invasión y a sabiendas que aquella era una causa indefendible? Ningún acontecimiento en Cuba revolucionaria ha sido más silenciado.



[1] Comunidad Económica de Ayuda Mutua, sistema de integración económica socialista surgida entre los países de Europa del este y extendido a Cuba a partir de la década del 70΄
[2] Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
[3] Los mercados casi no tenían productos nacionales, provenían del Campo Socialista Europeo y aunque sus precios eran más alto que los de la libreta de abastecimiento, eran asequible a la mayoría de la población
[4] Fernando Martínez Heredia: “Cuba: problemas de la liberación, el socialismo y la democracia”, en “En el horno de los 90”. La Habana, 2005
[5] Al azúcar como producto básico del país, se unía el niquel y los cítricos como renglones fundamentales de la exportación cubana hacia el mercado CAME.
[6] Fernando Martínez Heredia: “Desconexión, reinserción y socialismo en Cuba” en “En el horno de los 90”. La Habana, 2005
[7] 22 de diciembre de 1988
[8] La UNITA fue un movimiento militar apoyado por Sudáfrica y otros países de occidente que mantuvieron una larga lucha contra el gobierno angolano y las tropas cubanas presente en su país.
[9] 7 de diciembre de 1989
[10] 19 de octubre de 1983

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