La década de los 80΄ se
caracterizó en Cuba, desde el punto de vista político por el proceso conocido
en la historia de la Revolución como de “Rectificación de Errores y Tendencias
Negativas”, un debate abierto hacia el interior de la sociedad en búsqueda del
mejoramiento del sistema socialista cubano, dependiente y vulnerable por los
profundos vínculos de la isla con el sistema CAME[1] y el Campo Socialista de
Europa del Este liderado por la URSS[2].
De un modo u otro la Revolución Cubana
reproducía el patrón del Estado
centralizado y burocrático que terminaba por paralizar toda iniciativa
personal o de grupos no estatales con el consiguiente empobrecimiento del
trabajo como fuente de riqueza y prosperidad para la nación, en tanto el ser
humano esperaba todo del estado
socialista, para nada rico y cada día con mayores dificultades para hacer
crecer las riquezas económicas que
garantizarían las conquistas sociales de la Revolución y con una gran deuda
económica con los Estados
Socialistas que en un solidario intercambio
fuera de los precios del mercado mundial capitalista sostenía la precaria
economía cubana, con un ritmo de desarrollo social muy por encima de sus
capacidades económicas reales.
La
sociedad cubana de la década de los 80 vive el momento más álgido de las conquistas
económicos sociales de la Revolución con una consolidación de la
universalización de la enseñanza, salud para todos, seguridad social y un
mercado en constante reanimación[3] pero con precios
subsidiados por el Estado, lo que se hacía más evidente en la capital y las
grandes ciudades de todo el país.
Los logros sociales se consolidan como
conquistas de la Revolución, algo inalienable que era casi imposible de perder;
en muchos aspectos Cuba tenía indicadores y niveles de vida de países con mayor
desarrollo que ella, pero persistían los graves problemas de falta de vivienda,
baja productividad del trabajo, desestimulación del trabajo de calidad,
plantillas sobresaturadas y acomodamiento de los trabajadores. “La idea del socialismo
como sistema social existente y convincente para el país está profundamente
arraigada en la población”[4]
La macroeconomía se basó en los convenios del
CAME y la división socialista del trabajo que afianzó en Cuba el modelo
monoproductor y subdesarrollado de la neocolonia.[5] La agricultura
extensionista y “especializada”, dejó de abastecer a su mercado natural de los
productor que necesitaba (viandas, granos, carne y leche) y se convirtió en un
renglón caro por el alto uso de combustible, de mecanización y productor
químicos que a la larga empobrecieron los suelos y marginaron al campesino
cubano a un segundo plano por la obligatoriedad de la venta al estado a precios
topados y con la prohibición de vender
directamente al consumidor.
La coyuntural y necesaria inserción de Cuba en
el sistema CAME fue el modo de sobrevivir al férreo bloqueo económico y a las
agresiones de todo tipo que Cuba recibía de los gobiernos de los Estados
Unidos, fue un precio alto pues el país tuvo que renunciar a un desarrollo
armónico, autónomo y sostenido, comprometiéndose con el modelo del “Socialismo
Real” del bloque socialista europeo, “(…)lo que afectó negativamente la
dirección económica, la eficiencia de los actores, el papel de la actividad
económica en las transformaciones socialistas de los individuos, de las
instituciones y la sociedad en su conjunto y al proyecto socialista nacional”[6]
La presencia militar de Cuba en Angola se
entendió hasta finales de la década de los 80 cuando fueron firmados los Acuerdos
de Nueva York[7]
que previó la retirada de Angola de todas las tropas extranjeras y garantizaba
la independencia de Namibia. A ese acuerdo se llega luego de ser derrotadas las
fuerzas militares de Sudáfrica y sus aliados de la UNITA[8] en la batalla de Cuito Cuanavale por los
ejércitos de Angola y Cuba.
Fue un momento histórico para el pueblo cubano
el regreso de las fuerza militares cubanas de Angola después de haber cumplido
una larga y compleja misión internacionalista que no dejó de pesar sobre la
economía del país. La Operación Tributo[9] con el homenaje de todo el
pueblo a los cubanos caídos en la misiones en África fue un momento de
reafirmación nacional y de los principios de solidaridad y apoyo a las causas
justas que han caracterizado siempre a la Revolución.
Pero en Nicaragua el gobierno sandinista
enfrentaba el asedio de las fuerzas contrarrevolucionarias apoyadas por los
Estados Unidos y con base en Hondura, fue un década de duros combates en la que
no faltó el apoyo incondicional de la Revolución Cubana, formando personal
civil y militar para el desarrollo del Nicaragua, la entrega de ayuda material
de todo tipo y la presencia de asesores militares cubanos en el frente de
combate. La difícil coyuntura internacional, el apoyo incondicional del gobierno
norteamericano a los “contras” y el desgaste de la resistencia popular hizo que
en 1990 Violeta Chamorro ganara la presidencia de Nicaragua y con ella
terminara la Revolución Sandinista triunfante en 1979.
La sociedad y la economía cubana se sintieron
este sacrificio en medio de un panorama internacional más adverso y de mayor
acoso para la Revolución Cubana.
Pero el acontecimiento de política
internacional que más repercutió en la sociedad cubana de los 80 fue el
asesinato de Moris Bishop en la isla de Granada[10] por sus propios
compañeros de causa, extremistas de izquierdas que destruyeron el proceso de
cambios sociales que encabezaba este noble granadino y la posterior invasión de
los Estados Unidos.
El hecho desató el momento de tensión directa
más grave entre Cuba y los Estados Unidos en esta década, porque en Granada
había un grupo grande de colaboradores cubanos, civiles y militares, que fueron
sorprendidos por los hechos, por lo que el gobierno cubano se vio ante los
hechos consumados, sabiendo que el proceso revolucionario de ese país estaba
fracasado y con un compromiso grande con el pueblo de Granada.
El 25 de octubre de 1983 se produjo la
intervención de los Estados Unidos en Granada, “para garantizar la vida y
seguridad” de un grupo de estudiantes norteamericanos que estaban en la isla.
El contingente cubano que estaba construyendo un aeropuerto, junto a la pequeña
misión militar cubana, presentó resistencia cuando los soldados estadounidenses
llegaron a sus posiciones y como resultado fueron muerto 24 de ellos, 50
heridos y 638 hecho prisioneros.
Las preguntas no respondidas fueron, ¿por qué
se le ordenó resistir a este pequeño grupo de personas, en su mayoría civiles?
¿Por qué no se retiró el contingente ante la inminencia de la invasión y a
sabiendas que aquella era una causa indefendible? Ningún acontecimiento en Cuba
revolucionaria ha sido más silenciado.
[1]
Comunidad Económica de Ayuda Mutua, sistema de integración económica socialista
surgida entre los países de Europa del este y extendido a Cuba a partir de la
década del 70΄
[2] Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas
[3] Los
mercados casi no tenían productos nacionales, provenían del Campo Socialista
Europeo y aunque sus precios eran más alto que los de la libreta de
abastecimiento, eran asequible a la mayoría de la población
[4] Fernando
Martínez Heredia: “Cuba: problemas de la liberación, el socialismo y la
democracia”, en “En el horno de los 90”. La Habana, 2005
[5] Al
azúcar como producto básico del país, se unía el niquel y los cítricos como
renglones fundamentales de la exportación cubana hacia el mercado CAME.
[6] Fernando
Martínez Heredia: “Desconexión, reinserción y socialismo en Cuba” en “En el
horno de los 90”. La Habana, 2005
[7] 22 de
diciembre de 1988
[8] La UNITA
fue un movimiento militar apoyado por Sudáfrica y otros países de occidente que
mantuvieron una larga lucha contra el gobierno angolano y las tropas cubanas
presente en su país.
[9] 7 de
diciembre de 1989
[10] 19 de
octubre de 1983
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