martes, 29 de agosto de 2017

COMIENZA EL CURSO ESCOLAR EN CUBA






Cuba es una fiesta, comienza el curso escolar 2017-2018, es el evento que marca a toda la población, porque todos tenemos un hijo, un nieto, un pariente que va a ser beneficiado por este Programa Escolar que Dios solo sabe cuánto cuesta organizar, cuánto cuesta para que inicie en condiciones dignas aún en lugares como Baracoa y Maisí por donde hace menos de un año un devastador huracán dejó  la infraestructura escolar muy dañada, pero que abrirán escuelas, tendrán maestros y su base material de estudio, pese a todo, eso es Revolución, eso es parte de los derechos que conquistamos desde 1959, aunque hayan personas que de tanto verlo ya no lo valoren y siempre dejan caer una crítica mordaz e injusta a un sistema que es nuestro, costoso y que debemos cuidar porque de él depende el futuro de la sociedad cubana.
 Junto con el sistema nacional de salud, la educación, ocupa cerca de la mitad del presupuesto anual del estado socialista cubano, en un país que debe contar centavo a centavo su presupuesto, porque siempre hay un pillo que quiere burlar el fisco, o “robar” los bienes públicos, que no por ser de todos, en el sentido socialista, significa que pueden ser mercancía para llenar el bolsillo de quien debe velar por su buen uso.
 También se afronta grandes dificultades para completar las plantillas de maestros, en los niveles primarios y medios, porque en una población pequeña a muchos no le incentiva ser maestros, por diversas razones, todas ellas de índole económicas y sociales, porque el mismo padre que ve impensable que su hijo no tenga maestro, luego será el que no quiere que este mismo niño siga la noble carrera de educador, en un país que por tradición le nacen maestros.
 Cuba es de todos, el concepto de poder del pueblo no puede disolverse en la egoísta cuenta de lo que me falta para estar más cómodo, de las malas prácticas para obtener un dinero extra a costa del robo, la mentira y el favoritismo, ese no debe ser el patrón de los millares de niños que el 4 de septiembre comienzan el curso, niños cubanos, que deben ser educados bajo los preceptos humanistas de solidaridad,  apoyo mutuo, respeto al otro, defensa de su historia y su sociedad, respeto a su familia a los mayores, sociedad de iguales donde estemos preparados para estar a la altura del otro, no por encima de él por nuestras posesiones materiales, el lugar que ocupamos en la sociedad o simplemente porque es distinto. Seamos buenos maestros aunque no estemos frente a un aula, de eso depende la felicidad individual de ellos y el futuro de este pedacito de humanidad que llamamos CUBA.

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