viernes, 30 de junio de 2017

“LA REVOLUCIÓN ES TAN HUMANA QUE HAY QUE CONCEBIRLA CON AMOR”



Esas palabras que comparto plenamente las dijo Miguel Díaz-Canel[1] en un Congreso de la FEU[2] hace unos pocos años y traen a mi mente la concreción de estas palabras en el día d día del cubano de hoy.
 La Revolución es una obra de amor, surgió de la necesidad de cambios de un pueblo, una sociedad y la voluntad de una vanguardia, pero se concreta en el hacer diario donde el mismo que te dirige y te arenga, te lleva a una madeja de Dédalo de trámites y oficinas por el más banal de los asuntos, que hace más difícil la vida de los seres humanos que habitamos en este archipiélago de eterno verano y grandes contradicciones.
 Estimula escuchar tales cosas de un dirigente de los máximos niveles, contrastando con la mala educación, el burocratismo, los sobornos, pequeños o grandes, los horarios de las oficinas de trámites, tan flexibles como cada uno quiera y el “mal trato”, físico, mental a un pueblo que es Revolución, hizo la Revolución y en su gran mayoría aún cree en ella.
 El ser humano está en el centro de los problemas que confrontamos y sin que predomine un “sálvese el que pueda”, que deslegitimiza las esencias de la Revolución, la gente de a pie habla de ella como el “Estado” cuando cualquier entuerto no sale bien, creando distancia y marcando diferencia.
 Revolución es entrega, ideología es convicción en lo que creo, respeto es lo que cada uno de nosotros espera en esta lucha por la vida que aún quiero seguir llamando “obra de todos” y confianza, es la que aspiro seguir teniendo en el Estado que debe seguir siendo parte de la Revolución.



[1] Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros
[2] Federación de Estudiantes Universitarios

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