Hoy
7 de junio[1]
es, en Cuba, el Día de los Bibliotecarios, esa especie de sabios anónimos que a
tantos de nosotros nos han ayudados en la adquisición de conocimiento, en la
búsqueda de una referencia y en el sueño de hallar algo nuevo en los millones
de libros que atesoran nuestras Bibliotecas.
Uno de ellos y el más destacado bibliógrafo del
siglo XIX cubano lo fue Antonio bachiller y Morales(1812-1889), un indagador en
la cultura, sabio por su persistente búsqueda, organizador de los primeros libros que los ilustrados
cubanos publicaban y lector incansable.
José Martí lo conoció ya muy mayor en Nueva
York y nos deja una hermosa semblanza del anciano en busca de un nuevo libro o
un “raro ejemplar” en las librerías de libros viejos o en las mesas de los “libroviejeros”
vocablo que yo leí por primera vez en la obra martiana en referencia al
comerciante de libros viejos.
En tiempos en que parece que el libro en su
soporte de papel va a desaparecer, soy de los que piensa que como ave fénix ese
libro se trasfigura en nuevos formatos, pero que siempre será arsenal de
sabiduría y cultura para toda la humanidad.
[1] El 7 de
junio de 1812 nació en La Habana Antonio Bachiller y Morales reconocido como el
padre de la bibliografía cubana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario