martes, 27 de junio de 2017

LOS ESTUDIOS CULTURALES EN CUBA



“Enfrascado en estudios monográficos, los historiadores a veces destinamos menos tiempo a las demandas del público mayor que exige se les proporcione el conocimiento de sus antecedentes de comunidad activa y creadora, puesto que es el incentivo ético más poderoso para forjar su porvenir”
Dra. Olga Portuondo Zúñiga


 Tenemos más de quinientos años de cultura e historia conformada en ese choque cultural que fue la conquista de nuestras tierras de América, esta isla fue el segundo territorio en que fijó su ambición el “abuelo” hispano, que no venía a quedarse, sino a hacerse rico y luego volver a la tierra que los había despedido pobres y donde soñaban volver cargados de oro. Sueño vano y torpe que se le trocó en desilusión primero, y en conformidad después, la mayoría no volvieron y se quedaron en esta isla, primero como trampolín para ir más lejos a tierra firme y luego para hacer hogar, mezclarse con otros seres humanos y forjar una de las culturas más singulares del nuevo mundo, comenzó entonces y desde entonces la TRASCULTURACIÓN de las que tanto nos habló don Fernando Ortiz y de la que no fuimos conciente, fue a pesar de esos conquistadores y de los sufridos que fueron traídos a la fuerza a lo largo de estos cinco siglos para hacer producir a la más “hermosa tierra que ojos humanos vieron”, según Cristóbal Colón.

 Hace algunos años me enfrenté como alumno, a un problema no resuelto por la historiografía cubana, la falta de un texto sencillo pero abarcador acerca de la evolución de la historia de la Cultura Cubana, siempre pensé en un Manual, no a la usanza de esos dogmatizados  y escolásticos manuales filosóficos de los que padecimos en Cuba, allá por los inquietantes años sesenta y setenta, sino al estilo del escrito por ese gran historiador cubano que es Ramiro Guerra,  abarcador de hechos históricos, con análisis profundos de nuestro devenir nacional y del que no pueden prescindir los historiadores cubanos contemporáneo.

En Cuba los investigadores y especialista se han dedicado a seguir la huella de las manifestaciones culturales y del arte de manera monográfica, así hemos tenido en la historiografía cubana, libros como “La Música en Cuba” de Alejo Carpentier; “La Selva Oscura” de Rine Leal, dedicada a la historia del teatro; estudios sobre el arte cubano de  Jorge Mañach, Adelaida de Juan y Graciella Pogolotti; Salvador Bueno, para la literatura  y muchas monografías, ensayos y artículos que han ido perfilando el quehacer cultural de la isla, pero no tenemos una monografía  abarcadora de esos estudios estudio.

 Es un reto y habrá que emprenderlo, sin miedo al juicio, ni parcializaciones ideológicas que traigan más confusión que luz, habrá que poner a cada uno en su lugar y señalar luces y sombras, esa es tarea ardua si queremos que el rico pasado histórico de nuestra patria sea algo más que crónica de antaño o justificaciones de políticos.

                                                   

No hay comentarios:

Publicar un comentario