Antonio Guiteras Holmes (1906-1935)[1], proviene de las filas del
Directorio Revolucionario, dentro del cual fue acumulando experiencia en el
proceso de lucha contra la dictadura machadista, partidario de la vía insurreccional para
derrocar al tirano y organizador de planes de alzamiento durante los últimos
años de la dictadura. Su maduración política y su decantación de los elementos
de derecha que combatían a la tiranía lo llevaron a un pensamiento revolucionario
más radical, antimperialista y nacionalista que lo hace crear la Unión
Revolucionaria (UR) (1932), con el tácito objetivo de producir una insurrección
en la provincia de Oriente y derrocar a Machado.
Caída la dictadura
Guiteras forma parte del gobierno provisional de de Ramón Grau conocido como el
“Gobierno de los Cien Días” (10 de septiembre de 1933 al 15 de enero de 1934),
no reconocido por los Estados Unidos, ni por la oligarquía nacional que lo
saboteó constantemente desde el primer día.
Guiteras se erigió
desde el Ministerio de Gobernación en el impulsor de medidas revolucionarias y
populares que dañaron los intereses de los Estados Unidos y sus aliados
nacionales, pese a la fuerte presión de la derecha logra que el gobierno
apruebe algunas medidas que satisfacían
algunas demandas populares, tales como la nacionalización del trabajo, creación
de la Secretaría del Trabajo, autonomía universitaria, jornada de 8 horas de
trabajo, jornal mínimo, rebaja de un 45 % de la tarifa eléctrica, repudio a la
deuda con el “Chase National Bank”, derecho de tanteo del estado cubano en
todas las subastas de bienes muebles, disolución de los viejos partidos
tradicionales, ley contra la usura y un proyecto de ley de reparto de tierras
que inicialmente incluía las tierras del estado y las expropiadas a personeros
machadistas.
Indignados y atemorizados los personeros de la oligarquía
y la embajada yanqui conspiran junto a Fulgencio Batista, quienes temían las
posiciones radicales de Antonio Guiteras y logran la renuncia del presidente.
Caído el gobierno
de Grau San Martín, Antonio Guiteras pasa a la clandestinidad, más convencido
que nunca que la lucha armada era el único medio posible para tomar el poder y
realizar los grandes cambios que necesitaba el pueblo cubano.
El 1º de
septiembre de 1934, Antonio Guiteras publica en la revista Bohemia su artículo
“Septembrismo” donde expone sus criterios sobre la situación política del
momento y la posible solución a esos desmanes:
“Fracasamos porque una Revolución solo puede
llevarse adelante cuando está mantenida por un núcleo de hombres identificados
ideológicamente, poderoso por su unión inquebrantable, aunados por los mismos
principios (…)
“Seré defensor del Gobierno (de los 100 días)
hasta tanto no se convierta en lacayo fiel de Washington.
“Un estudio somero de la situación
política económica de Cuba, nos había llevado a la conclusión de que un
movimiento que no fuese antiimperialista en Cuba, no era una Revolución. Se
servía al imperialismo yanqui o se servía al pueblo, pues sus intereses eran
incompatibles.
“La Revolución que se prepara
—aseveraba Guiteras— no constituirá un movimiento con más o menos disparos de
cañón, sino una profunda transformación de nuestra estructura
económico-político-social.”[2]
En 1934 fundó el
grupo TNT con fines insurreccionales y posteriormente, unido a otros
revolucionarios crea “Joven Cuba” en cuyo programa se afirma: “(…)para que la ordenación orgánica de Cuba en
Nación alcance estabilidad, precisa que el Estado cubano se estructure conforme
a los postulados del Socialismo”[3].
En los momentos en
que se afianzaba en Cuba el gobierno de Batista-Mendieta, Antonio Guiteras,
completa una visión revolucionaria y
radical para los problemas de Cuba, la lucha armada y la instauración de un
gobierno revolucionario. El 8 de mayo de 1936 cae combatiendo contra la nueva
dictadura y deja un legado político que tendrá repercusión en el futuro de
Cuba.
“...así se perdió la figura más empinada, el ánimo mejor templado, la
voluntad más indomeñable, el brazo más enérgico y el espíritu más puro del
movimiento nacional revolucionario.” (Raúl Roa García)
[1]Antonio Guiteras Holmes, nació el 22 de noviembre de
1906 en Filadelfia, Pennsylvania. Hijo de padre cubano, Calixto Guiteras, y
madre norteamericana Marie Theresse Holmes,
en el seno de una familia de posición desahogada. Desde niño creció
oyendo las historias de su tío, José Ramón Guiteras, quien diera su vida por la
libertad de Cuba durante la primera guerra de independencia y las de su tío
abuelo irlandés, John Walsh, quien fuera uno de los más importantes líderes de
la independencia de Irlanda. Su padre, hombre culto y de pensamiento liberal,
supo inculcarle su amor por la Patria y a José Martí. La familia Holmes, por
problemas de enfermedad del padre, se traslada a Cuba en 1913, radican en
Matanzas y luego se trasladan a Pinar
del Río en 1914 donde el
padre viene a trabajar como profesor de idioma francés en el Instituto de
Segunda Enseñanza. Licenciado en farmacia de la Universidad de La Habana en
1927 se incorpora a las luchas antimachadistas desde estos años estudiantiles.
[3] Tomado
de “Antonio Guiteras”. ECURED, 2012
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