“Todo hombre si tiene
conciencia de su propio valer,
rechaza indignado que
se le considere
ciudadano de segunda
clase"
José Maceo
A los cubanos no tengo que presentárselo, este
gran hombre es uno de los hijos de Mariana Grajales y Marcos Maceo, hermano de
Antonio y relevante jefe militar de las guerras por la independencia de Cuba,
murió en combate por la libertad de Cuba hace 120 años un 5 de julio en su
amada tierra oriental
“Se distinguía por ser
leal y franco; pero la cualidad más saliente, y que hacía del general José Maceo
tan simpática figura militar, fue indudablemente el valor: siempre se empeñó en
ser el primero en reconocer al enemigo, como si fuera un simple oficial, y
combatía personalmente en la línea de fuego en medio de los soldados de su
escolta”[1]
Se unió a la insurrección independentista el
11 de octubre de 1868, junto a sus hermanos Antonio y Justo Regueiferos
Grajales y terminó la primera etapa de la guerra por la independencia de Cuba
con los grados de coronel, participando en numerosos combates bajo las órdenes
de los más prestigios jefes de la contienda, entre ellos Máximo Gómez y su
hermano Antonio.
En marzo de 1878 está junto a su hermano y las
tropas orientales en la dignísima “Protesta de Baraguá”, reunión
convocada por el general Arsenio español Martínez Campos para darles a conocer
los términos de lo acordado en el Camaguey para terminar la guerra. Ese día su
hermano Antonio le hizo saber a las autoridades españolas que ellos no estaban
de acuerdo con lo pactado porque no se alcanzaba, ni la independencia de Cuba,
ni la libertad de los esclavos, por lo que continuarían combatiendo.
Terminada la guerra permaneció en Cuba y en
1979 se une al nuevo intento por la independencia, que meses después fracasó.
Por esta causa fue detenido en 1880 y deportado a los presidios españoles en
Ceuta, África. Su rebelde personalidad lo hicieron intentar dos veces escapar
de la cárcel, refugiándose en Gibraltar, desde donde los ingleses lo
devolvieron a España.
Indultado por las autoridades coloniales
españolas regresó a reunirse con su familia, primero en Jamaica y luego en
Costa Rica donde trabaja con su hermano Antonio y otros emigrados cubanos.
Convocados por José Martí, los hermanos Maceos
llegan junto a un puñado de valerosos oficiales cubanos a la playa de Duaba,
Baracoa, el 1ero de abril de 1895. Poco después del desembarco fueron
dispersados por fuerzas españolas y José
se abrió paso solo por los intrincados montes de la serranía hasta
unirse a las partidas insurrectas.
El 25 de abril Máximo
Gómez y José Martí se unieron al general José Maceo quien se batía derrotando
al enemigo en Arroyo Hondo en la cercanía de Guantánamo. Tres días después lo
ascendieron a mayor general y el 20 de octubre de ese mismo año asumió la
jefatura militar del departamento oriental. El 5 de julio de 1896 resultó
gravemente herido y falleció a las pocas horas, a los 47 años de edad, en Loma
del Gato, donde también los españoles tuvieron grandes pérdidas.
Es uno de esos cubanos inolvidables por su
entrega e imprescindible por su fidelidad a la causa de Cuba, respetado por sus
compatriotas y temido por el enemigo que vio en él un incansable defensor de la
libertad de Cuba.
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