sábado, 16 de julio de 2016

EL ÉXODO (ROBO) DE TALENTOS CUBANOS



 Los cubanos vivimos un gran reto, seguir construyendo una utopía de igualdades en medio de una crisis económica internacional que agrava la nuestra que tiene tantos años como la Revolución Cubana.
Es  una hazaña levantar un país con todos los logros sociales del nuestro teniendo como enemigo al más poderoso país capitalista de la historia, junto con nuestras cegueras políticos-sociales, el “síndrome de la sospecha” constante, la barricada sin alternativa, la ideología de “panfleto” repetitiva y cansona y una sensación de que nos hemos quedado atrás en un país con un alto índice de instrucción, pero con una economía endeble y frágil, por el motivo que sea, que no es para nada una alternativa de vida para muchos jóvenes graduados en Cuba, preparados para determinada actividades, para después enfrentar la enorme aridez de oportunidades para seguir adelante, construir familia, prosperar, ser alguien en la vida.
 El hombre antes de pensar en política, debe asegurar un techo, sustento para él y los suyos, y mucho de lo que forma parte de sus aspiraciones, eso ningún gobierno puede garantizarlo plenamente, solo queda darle el derecho a prepararse para la vida y que luego por su “libre albedrío”, encuentre su espacio en el mundo, con ello no le hace mal a nadie.
 En un fenómeno el que enfrentamos hoy en Cuba, los jóvenes se van de Cuba, para cualquier país que pague mejor, donde puedan tener, casa, carro, dinero, “reconocimiento”, ayudar a los suyos que quedaron en Cuba y volver de visita a la tierra que aman, al país que añoran, porque es un utopía.
 Médicos, ingenieros, atletas, artistas, mucha gente común de gran talento vuelan al norte, al sur, a cualquier parte, muchas veces a hacer el trabajo que el local no quiere por mal pagado, pero que este “sudaca” acepta porque es mejor que el que tiene  en su país.
 Los oportunistas de siempre, los capitalista pragmáticos y los oligarcas del norte se aprovecha de esta oportunidad, crean programas para incentivar este éxodo de talentos, le dan al cubano una entrada preferencial al “paraíso del sueño americano”, acuñándolos de “perseguidos políticos”, ¿perseguidos de quién?...solo de sus necesidades, de sus frustraciones y de la apatía que va llenando todo nuestro ámbito, porque la vida es una sola, son muchos los sueños, las aspiraciones y poco lo que pueden lograr en esta bella isla mía, que cambia poco a poco.
 Me queda el orgullo de la calidad de personas que son estos jóvenes profesionales, los formó una sociedad distinta, nada egoísta, los protegió en la infancia, le dio escuela y garantizó un futuro, pero al fin y al cabo ellos quieren ir a vivir sus sueños junto al que pague más y si es posible tal vez guardando migajas tener “cosas”, aunque el alma se les quede errante en la amargura de no ser de ninguna parte, de no tener banderas, de ser un “neutral” que se hace de la vista gorda ante las luchas de los que por millones tratan de alcanzar una parte de lo que ellos dejaron en su isla hereje y hermosa.

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