Hace unos día encontré
estás notas escritas por mí sobre
este acercamiento que tuvo nuestro Che a la figura de José Martí. Lo traigo a
colación porque en esta época en que estamos intentando rescatar valores y
buenos ejemplos para el cubano joven, esta sencilla referencia del Guerrillero
Heroico puede servir de guía a quienes se amarran al “teque manido”, el
discurso cerrado y la verborrea que solo los complace a ellos por lo que dicen
y no por lo que llegan, esta sencilla manera de dar una lección de historia
queda para todos los que con responsabilidad pedagógica o no enseñamos a las
nuevas generaciones:
El 28 de enero de 1961, aniversario del
natalicio de José Martí y en un año en el que Cuba se había comprometido ante
el mundo librarse del flagelo del analfabetismo, se produjo este hermoso
encuentro del Comandante Ernesto Guevara con un grupo de entusiastas jóvenes
que lo aclamaban; con su peculiar manera de dirigirse al pueblo el Che dijo:
“Hoy se cumple un nuevo aniversario del
natalicio de José Martí, y antes de entrar en el tema quiero prevenirles una
cosa: he escuchado hace unos momentos: ¡Viva el Che Guevara!, pero a ninguno de
ustedes se les ocurrió hoy gritar: ¡Viva Martí!... y esto no esta bien...”
Más adelante explica a los jóvenes allí
reunidos lo que significa Martí para los revolucionarios, “...Martí fue el mentor de
nuestra Revolución a cuya palabra había que recurrir siempre para dar la
interpretación justa de los fenómenos históricos que estábamos viviendo, y el
hombre cuya palabra y cuyo ejemplo había que recordar cada vez que se quisiera
decir o hacer trascendente en esta patria... porque José Martí es mucho más que
cubano; es americano, ...su voz se escucha y respeta no solo aquí en Cuba sino
en toda América”
El guerrillero argentino-cubano que conoce del
arraigo del Apóstol en el pueblo cubano profundiza en el modo mejor de rendirle
homenaje al inspirador ideológico de la Revolución Cubana:
“Se puede honrar a Martí citando sus frases bonitas, frases perfectas, y además, y
sobretodo, frases justas. Pero se puede y se debe honrar a Martí en la forma en
que él quería que se le hiciera, cuando decía a pleno pulmón: “La mejor manera
de decir es hacer”
La ejemplar vida del Guerrillero Heroico fue
su mejor modo de rendirle homenaje al Cubano Mayor. El pudo conocerlo poco,
como bien dice en otros momentos, había leído algo de su poesía y aprendió de
su obra y ejemplo con los cubanos en la preparación de la insurrección, en la
guerra y ya triunfante la
Revolución pudo aquilatar el valor de la vida y la obra de
José Martí, no solo para los cubanos, sino para los latinoamericanos y los
desposeídos de la tierra, con los que quiso su suerte echar.
Sus palabras de ese día se centraron en
explicar a los jóvenes cubanos el modo de honrar a Martí enfatizando su
identificación con aquella máxima martiana que expresa: “Todo hombre verdadero debe
sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre”
porque para él ese aforismo definía a un revolucionario en la lucha por lograr
la plena emancipación humana, por eso murió Martí, por eso también murió el
Che.
Al terminar su alocución, después de
recordarles el amor de José Martí por la niñez y la juventud, el Che les pidió
a los allí reunido que lo despidieran como lo habían recibido,”...pero
al revés: con ¡Viva Martí que está vivo!”
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