He
crecido dentro del proceso revolucionario, teniendo siempre como “Norte
político” las más nobles ideas de la izquierda cubana, desde aquel lejano y
promisorio: “Con todo y para el bien de todos” de José Martí hasta la radical posición de Fidel, hacer una
Revolución: “De los humildes y para los humildes”, ambas ideas se entroncan en
la necesidad de Unidad y de mirar siempre la prosperidad del más pobre, del
desvalido, del que en los avatares de la vida, vivir le ha sido más difícil.
Por principio ese debe seguir siendo la brújula de la Revolución Cubana y de su
Estado, porque pensar otra cosa en olvidar nuestra Historia, nuestra filosofía
de equidad y justicia y sobre todo el mundo mejor y posible, utopía hermosa y
alcanzable para el ser humano.
Yo vivo en Cuba, sé que muchas personas, nunca
mayoría, se han ido acomodando de forma “lícita”, acumulando riquezas “bien aviada”
y con una dinámica emprendedora en pleno desarrollo, muchas veces aprovechando
las brechas legales que nuestro sistema tiene, otras con apoyo de capital
familiar que le llega de “afuera” y una etcétera larga que cada uno conoce. Eso
prevé una nueva forma de pensar, “yo puedo pagarlo, no necesito que me lo
regalen”, “que me lo cobren para no deber nada”, “mucha gente vive de esas
conquistas” y mil y otras posiciones egoístas que a la larga no están falta de
razón pero que apuntan a la construcción de una sociedad con dos o más
velocidades, para cada grupo social de acuerdo a sus posibilidades económicas.
En Cuba todavía nadie le llama “burguesía”,
pero sí ya se le reconoce como dueño de una patrimonio “privado”, que a la
larga los convertirá en una clase para sí, aún fuera del poder, aunque los hay
que desde el poder, de muchas maneras acumulan capitales y bienes para el
futuro.
Un “Revolución de los humildes y para los
humildes”, entroncada con aquel, “Con todo y para el bien de todos”, esa debe
seguir siendo la base ideológica de la sociedad cubana, con audacia, valentía y
pensamiento claro de que el capitalismo y el sistema de consumo no son el
futuro para una nación pequeña y características históricas y sociales
excepcionales que se ha atrevido a creer en una Utopía que es la herejía que no
le perdonan los burgueses, de cualquier ropaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario