Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente, el día en que debemos
reflexionar sobre ¿qué hemos hecho por nuestro hogar mayor, la Tierra?, esa que
parece eterna pero al que estamos causando problemas, porque no tomamos en
cuenta de que es un sistema vivo con sus regularidades y vulnerabilidades y que
justamente vivimos en él porque en
millones de años se crearon condiciones para que evolucionáramos desde energía
a materia inerte, de esta a materia viva y de esta a materia inteligente con
conciencia de sí misma, esos somos nosotros, los seres humanos, puestos aquí en
lo más alto de la cadena de la evolución como cerrando un ciclo.
Dentro de esta conciencia o
espíritu humano se han desarrollado muchos sentimientos encontrados, para bien
o para mal de lo que somos y del lugar que ocupamos, la sociedad humana se
organizó basada en un ciclo de desigualdad que recuerda la Ley de la Selva,
aplicada contra nosotros mismos y contra la base material que nos sustenta, el planeta
azul, el planeta del agua, el dominio de los árboles filtros, los creadores de
nuestra atmósfera, el refugio de la vida toda, somos como especie, amo y señor,
somos Dios, pero nada compasivos, sino egoístas y crueles.
En 1992 Fidel Castro abogó en la
Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro por la salvación de una especie
en peligro de extinción, EL HOMBRE, y desde entonces acá no se ha dejado de
arrasar bosques, destruir los suelos,
contaminar el agua, el aire, pelear por materias primas que mantengan un
estatus de riqueza en ciertos bolsones de bienestar que existen en la Tierra,
hay muchas más preguntas sobre el futuro de la Humanidad y sin embargo naciones
que debieran ser responsable por el peso geo-político que tiene en el mundo, lo
que hacen es minimizar las advertencia, mirar hacia otro lado y blindar sus
ciudades, cerrar sus fronteras, masacrar a los otros, a los que no entienden, a
los que no consumen, a los que no cuentan porque son pobres, a los somos
mayoría y no podrán aplastar, porque la
diversidad en la naturaleza y en la sociedad en sinónimo de fortaleza y de
grandeza.
Pensemos junto, no solo hoy sino
cada día que derrochamos, cada día que no hacemos nada desde nuestras
posiciones de poderosos o de humildes habitantes de la esfera azul, milagro de
la creación. Que puede convertirse en otro estéril planeta rojo, como nuestro
vecino Marte.
No olvidar que en esta catástrofe
no habrá Barca de Noé, porque nuestra leve barca es nuestro planeta.
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