“¿Qué,
sino la unidad del alma cubana, hecha en la guerra, explica la ternura unánime
y respetuosa, y los acentos de indudable conmoción y gratitud, con que cuantos
tienen pluma y corazón han dado cuenta de la muerte de Mariana Grajales, la
madre de nuestros Maceo? ¿Qué había en esa mujer, qué epopeya y misterio había
en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué
decoro y grandeza hubo en su sencilla vida, que cuando se escribe de ella es
como de la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto?
Así queda en la historia, sonriendo al acabar la vida, rodeada de los varones
que pelearon por su país, criando a sus nietos para que pelearan.”[1]
José Martí
Nació en Santiago de Cuba, Oriente,
el 12 de julio de 1815 de padres dominicanos: José Grajales y Teresa Coello. El
nacimiento en esa fecha aparece inscrito en el libro de bautismo de la
parroquia santiaguera de Santo Tomás, ubicada en lo que es hoy parte del centro
histórico de la Ciudad de Santiago de Cuba, aunque la mayoría de las fuentes
citan al 26 de junio de 1808 como la fecha del nacimiento.
En la condición de hija de una
familia mulata libre, que incluso no había sufrido la esclavitud, no hay
ninguna duda que recibió instrucción, hasta donde era posible en Cuba colonial
para los negros y mulatos libres aún con independencia económica. Mariana,
además, tuvo una educación ética en el seno de su familia, favorable para
transmitirla a su prole.
Según algunos especialistas, ella
tuvo instrucción de lo que entonces llamaban las primeras letras, lo
cual no hay que desconocer si queremos tener una idea de su pensamiento y
comportamiento personal de sus hijos, como tampoco que sus padres provenían de
una isla donde ya no existía la esclavitud, liberada La Española a partir de la
revolución haitiana. Sin embargo, conoció en Cuba las prisiones de cimarrones y
también la importancia libertaria de los palenques de Oriente. Se ha escrito
que cerca de Las Delicias, finca de la familia Maceo, ella pudo conocer de una
cosa y la otra.
El 31 de marzo de 1831 se casó con
Fructuoso Regüeiferos, con quien tuvo cuatro hijos: Felipe, Fermín, Manuel y
Justo. En 1840 enviudó.
En 1843 se unió a Marcos Maceo, del
cual hay dos versiones: nativo de Santiago de Cuba y nacido en Venezuela,
residente en Cuba desde 1825. El matrimonio fue a vivir a la finca que tenía
Marcos en Majaguabo, San Luis, y en 1845 nació el primogénito: Antonio Maceo.
La familia fue creciendo
sucesivamente, José Maceo, Rafael Maceo, Miguel Maceo, Julio Maceo, Tomás Maceo
y Marcos Maceo Grajales, así como dos hembras: Baldomera Maceo, Dominga Maceo y
María Dolores Maceo Grajales que nació en Santiago de Cuba el 22 de julio de
1861, fue bautizada en la iglesia de Santo Tomás Apóstol. Sus padrinos fueron
Francisco Fernández y Agustina Marcial. Falleció de empacho gástrico a los 15
días de nacida. Este hallazgo rompe con el esquema del número de trece
descendientes que se le atribuyen al matrimonio de Mariana Grajales y Marcos
Maceo, aunque tenían una casa en la ciudad santiaguera, su residencia fija era
en el campo, donde vivían con relativa libertad y no sentían el despotismo
hispano y el sistema de castas imperante.
Esta es la madre de la patria, es el ejemplo
de mujer cubana que asombra por su interesa de espíritu y su vocación
patriótica que la lleva al hermoso lugar que hoy ocupa en la Historia de Cuba
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