martes, 24 de junio de 2014

LOS CUBANOS (2)





Servando Cabrera Moreno y su hermosa manera de  ver a los cortadores de caña
Me fascina hablar sobre nosotros los cubanos, irremediablemente rodeados de agua y desde hace bastante tiempo curados de espantos, porque cada uno de nosotros individualmente o como sociedad, hemos enfrentado grandes retos, viviendo ese “real maravilloso” que  nombró García Márquez, que yo dudo no se haya inspirado en los cubanos, al borrar la línea entre lo absurdo creíble y la verdad increíble. Así vivimos.
 Ahora sabemos que el mundo estero está espiado por las grandes potencias y fundamentalmente por el “Gran Hermano” del norte que a lo menos que se acostumbra es que a 90 millas de sus costas haya un montón de gente con agallas suficientes como para contradecirlos y construir una utopía social, yo diría una herejía, sin perder la sonrisa, haciendo bromas con sus propias dificultades y ahora enfrascado en levantar el bloqueo interno al que nos sometimos durante tantos años para “protegernos del diversionismo ideológico de los imperialistas”.
 Estamos curados de espanto, los cubanos de a pie sabemos que “¡siempre hay un ojo que te ve!”, que sabe a la hora que tú llega, con quién sales, con quién te acuestas y que tienes o no tienes en tu casa, nuestra libertad es  muy relativa, con derecho a todo,…pero…siempre un “pero” que debemos pasarnos por “el entre piernas” para seguir adelante rompiendo barreras y prejuicios.
Así que si me espían por las redes sociales, no es nada nuevo,  cuando mis vecinos saben más de mí que  yo mismo y eso no me importa porque respondo a los parámetros medios de un ciudadanos decente, buena gente y confiable. Mi compromiso es con mi conciencia,  la verdad y la educación que recibí en mi familia y que he enriquecido en mi crecimiento social en esta isla, a pesar de todo, maravillosa.
 Fidel dijo alguna vez que éramos posiblemente el país más espiado de la historia… ¿y?, también hemos sido la población más controlada por nuestras autoridades y organizaciones ¿cuál es la diferencia?
 A la larga construir una vida es responsabilidad única de cada individuo y cada negación de ese derecho va contra el ser humano, cuyo “libre albedrío” ya dicta mucho de ser libre en este mundo parcelado, etiqueta y de contra espiado por todos y cada unos de los que ostentan un poder por pequeño que sea.
 Nos queda aplicar las reglas de juego, aprender a vivir en un mundo así, donde el hombre dicta mucho de ser hermano del hombre, sino competidor del otro, rival del otro, al que siempre habrá algo que envidiar y quitar.
 De una cosa si estoy seguro, a pesar de mis críticas, sigo soñando con ese proyecto en el que el ser humano tenga lo necesario para alcanzar la plenitud espiritual y la prosperidad necesaria para asegurar a su familia un bienestar, creo que los estados deben proteger al más débil, que el hombre debe tener derechos a la VIDA sin que nadie le niegue la posibilidad de desarrollarla; que de la cultura humano deben desaparecer, el egoísmo, los prejuicios, las discriminaciones, el “sálvese el qué pueda” y todos los flagelos sociales que denigren al ser humano, para eso luchamos para hacer de Cuba la isla UTOPÍA de la que nos hablara Tomás Moro.

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