sábado, 28 de junio de 2014

LA MEDIOCRIDAD



Arturo Montoto.
 La grandeza de lo cotidiano

 La mediocridad es la antítesis del talento, si el talento forja su camino con estudio, esfuerzo y mucho de trabajo, la mediocridad pretende llegar rápido, alcanzar los resultados rápidos y  sin hacer mucho esfuerzo: lo copia.
 De eso está muy lleno internet de copiadores del talento ajeno al que tratan de sacar partido con un remedo  de baja calidad pero que a ellos, los mediocres, le da el caparazón suficiente para cubrir su desnudez.
 El talento es un don de Dios, se cultiva y crece con el esfuerzo, se embellece cuando va acompañado del desprendimiento, la bondad y el amor al prójimo… pero cuidado, a veces se hace patán, insolente, autosuficiente y se seca dormido sobre los laureles y la adulación de los mediocres.
 Hoy que los medios en el mundo se han democratizado y se hace fácil que cualquier persona pueda expresar y poner su pensamiento y creatividad a disposición de todos, hace falta que el talento sea responsable, porque nada es peor que la manipulación, la desinformación y el burdo intento de coapta a otro.
 Por eso el remedio sigue siendo la cultura y la educación, modos sociales de alcanzar por la vía del esfuerzo lo que el talento hace fácil y la mediocridad quiere enseguida, de forma fácil, para que lo entiendan todos y tener su momento de brillo.
 Al mediocre le acompaña siempre la envidia y el egoísmo, la ganancia  y reconocimiento fácil que lo hará centro por un momento para luego perderse en la vorágine de su triste mediocridad.
 El talento es eterno, el esfuerzo loable, el altruismo cualidad que debe acompañar a todos los seres humanos para ser buenos, como categoría superior de lo humano, lo demás es fanfarria para un día.
 Por eso no me preocupan las copias, solo quiero compartir con la comunidad humana, ser un voz más en el concierto humano y si logro una nota de solista perdónenme los mediocres, no fue mi intención, simplemente  era la que iba en ese momento. Un fuerte abrazo a los amigos.

viernes, 27 de junio de 2014

CUBA, LA LIBERACIÓN DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS




En el socialismo las fuerzas productivas son controladas por el estado quien debe en su reasignación de planificación tener previsto dónde va cada uno de los eslabones de este engranaje de la sociedad que son los trabajadores.
 En el caso de Cuba durante muchos años la subutilización de las fuerza productiva, la sujeción a  los diabólicos mecanismos burocráticos del estado y el partido comunista, se convirtieron en un freno para el desarrollo de la economía cubana, más allá de factores externos más que conocidos, como son el bloqueo económico a la isla, la persecución del gobierno de los Estados Unidos a cuantas posibilidades tenga la sociedad cubana para negociar con cualquier país capitalista del mundo y el oportunismo de los capitalistas de cualquier nación por el cobro de intereses leoninos por comerciar con la “isla hereje”.
 Los cambios  que se están produciendo en el país a partir del “nuevo modelo económico” implementados en  los “lineamientos económicos” del partido han conllevado a la liberación paulatina pero creciente de estas “fuerzas productivas”, en sectores muy dinámicos y que para el estado siempre han sido un gran dolor de cabeza: los servicios personales, la gastronomía, el comercio minorista, el trasporte público y las pequeñas producciones locales, artesanales, artísticas. Un poco más controlado pero igualmente creciente ha sido la producción agrícola, enormemente deficitaria por muchos años, estatalizada en más del 80 % hasta  hace menos de una década, pero que no satisfacía las necesidades de una población de apenas 11 millones de habitantes, teniendo que convertirnos en importadores netos de alimentos.
 La distribución de tierras estatales ociosas (miles de caballerías de tierras llenas de marabú en manos del estado) ha significado una nueva reforma agraria, contra un latifundio estatal ineficiente  y en banca rota. Es la principal reforma en el campo económico cubano, llamada a lograr la sustentabilidad económica del país, siempre y cuando las trabas burocráticas que aún la ralentizan sean eliminadas y dejen al productor con las manos libres para producir los alimentos que este  pueblo necesita.
 A mi modo de ver el problema fundamental que seguimos afrontando es la enorme carga que significa para el estado y el pueblo, el ejército de funcionarios que en todos los niveles se empeñas en “hacer cumplir” mecanismos obsoletos o se atrincheran detrás de cualquier resolución o ley anacrónica para frenar esta fuerza productiva que por necesaria y progresista terminará por imponerse y dejar las cosas en su lugar.
 Hacer efectivo el gobierno del pueblo, descentralizar la mayor cantidad posible de funciones, hacer posible que los municipios tengan iniciativas, se sustenten y que los “delegados del poder popular” verdaderamente sean los representantes del pueblo son asignaturas pendientes pero necesarias si queremos seguir adelante con un socialismo próspero y sustentable.

miércoles, 25 de junio de 2014

LAS VACACIONES




El triunfo de la rumba. Eduardo Abela
El baile no puede faltarle al cubano, esté donde esté

La idea de las vacaciones en Cuba están asociadas principalmente con el verano (julio y agosto), momento en que todos los estudiantes están de receso y la actividad parece poca por el ajetreo de los jóvenes y niños y las miles de peripecias que deben hacer sus padres para complacerles y hacer que estos días sean días inolvidables.
 Pero las vacaciones son un derecho del trabajador y luego de seis meses  tenemos derecho de descansar una quincena, casi todo el mundo se acoge a esta variante y no la deja para el verano, donde es más difícil acceder a las ofertas que puedan aparecer para pasar bien unos días de asueto.
 Viajar en Cuba es difícil, incluso si se trata dentro del país, los hoteles en los lugares de interés turísticos son en pesos convertibles y nosotros ganamos en pesos normales que se cambian 25 x 1, por lo que esa opción es para los que tengan grandes entradas o un familiar que le mande remesas. Aunque el turismo nacional va ganado espacio por las mejorías de ingresos de muchos que trabajan “por cuenta propia”, casi medio millón de cubanos se acogen a esta forma de trabajo.
 El Campismo es una variante popular y a precio módico para acercarse a la naturaleza y si pretendes ir a lugares patrimoniales como Trinidad  u otra ciudades del interior, más vale que tengas familia allí para que todo te salga más barato, porque el alojamiento es una asignatura pendiente en el turismo nacional, que existe pero no es la opción para las masas trabajadoras.
 Aquí muchos sueñan  con viajar al extranjero y casi no conocemos Cuba, Cayo Largo y Varadero son dos paraísos para turistas y el desandar por La Habana Vieja,  fuera de lo cotidiano, le dice poco al citadino, cuando todo está preparado para el forastero que paga. Justo en verano la Oficina del Historiador organiza por décima vez el programa de “Rutas y Andares” una opción para pasarla en familia, conociendo  museos, participando en conciertos, talleres y en muchas otras ofertas que tienen una alta demanda.
 Yo me acojo a la variante sencilla que volver a mis orígenes, voy a Guantánamo,  mi ciudad natal, allá al oriente donde las cosas cambian para bien como en casi todas las poblaciones del interior, al ritmo de la vida de la gente y el tiempo parece más lento a pesar de lo abrazador del sol.
“Conozca Cuba primero y el extranjero después” es un viejo eslogan del desaparecido INIT (Instituto Nacional de Industrias Turísticas) que allá por los años sesenta, pretendió enseñarle Cuba  a los cubanos, al final terminamos moviéndonos en masa para La Habana, en busca de mejores horizontes o saliendo de Cuba tras las facilidades que la Ley de Ajuste Cubano le dio al cubano que llegó ilegal a los Estados Unidos, con un estatus de “refugiado político” que en la mayoría de los casos no era cierta, eran las dificultades económicas y el cierre ortodoxo al mundo lo que hizo salir a miles de cubanos, emigrar y reinventarse a Cuba en otra parte, principalmente en los Estados Unidos.
 Hoy nos han devuelto el derecho de viajar a donde nos dé la gana, claro si tiene dinero, como ocurre en todas partes de este mundo desigual, donde lo único democratizado en la pobreza, los sueños y las herejías, de cualquier tipo, que todas valen