José Martí
Autor Roberto Fabelo
Cuando se produce la
muerte de José Martí el 19 de mayo de 1895, la tragedia fue más allá de la desaparición
personal del líder del movimiento independentista cubano de ese momento, porque
devino en la frustración de un organismo popular movilizativo que tenía por
objetivo, primero la independencia total de Cuba de cualquier potencia
extranjera, España o los Estados Unidos y segundo y más importante alcanzar una
República inclusiva “Con todos y para el
bien de todos”, como proclamara Martí y
apoyaron las bases.
Para
José Martí ahora no era solo la urgencia de la independencia de Cuba, sino
impedir la anexión a los Estados Unidos y tratar de frenar las ambiciones
hegemónicas de esa nación sobre América Latina, eso ya estaba claro para el
Apóstol en el año 1891.
Era un titán que llevaba solo sobre sus
hombros tamaña responsabilidad en medio de intrigas, divisiones y
personalismos, sin perder el orden de sus prioridades: Cuba y su libertad.
En
enero de 1892 José Martí se reúne con los dirigentes de la Convención Cubana,
formada por Francisco Lamadriz, José Dolores Poyo y Fernando Figueredo y les
presenta el borrador de las Bases del Partido Revolucionario Cubano.
Esas Bases y los Estatutos serán discutidas el
5 de enero en una reunión efectuada en Nueva York y en la que están presente
los clubes de la ciudad y representantes de los clubes de Tampa y Cayo Hueso.
Se aprueban las bases y los estatutos y se crea la Comisión Recomendadora
de los documentos que preside el propio José Martí.
Se inicia un
proceso de discusión y aprobación de los documentos del PRC en los clubes patrióticos
de base que involucra a todos los que de una forma u otra anhelaban la
independencia de Cuba y Puerto Rico.
Las Bases del Partido proclaman que el
objetivo primero del mismo era lograr la independencia de Cuba y fomentar y
auxiliar la de Puerto Rico.
El ordenamiento dentro de una guerra generosa
y breve, encaminada a asegurar en la paz y el trabajo, la felicidad de los
habitantes de la isla.
Unir a todos los revolucionarios y recaudar
los fondos necesarios sin compromisos inmorales ni con hombre, ni entidad
alguna.
Cumplir en la vida
histórica del continente, los deberes difíciles que su situación geográfica le
señale.
Fundar un pueblo nuevo y de sincera
democracia, capaz de vencer los peligros de la libertad, restaurar la hacienda
y salvar al país de los peligros internos y externos que lo amenacen.
Como se puede observar al leer los objetivos
del PRC, no es solo la independencia lo que propone fomentar esta organización
revolucionaria, sino que como tareas importantes e impostergables se propone
impedir la anexión de Cuba a los Estados Unidos y contribuir a la creación de
una República equitativa en la que se cumpliera la máxima martiana de “con todos y para el bien de todos”,
razón por la cual su constitución fue una factor de unidad nacional de todos
los que querían no solo una patria libre, sino para todos sin distinción de
riquezas, ni razas, y en la cual las posibilidades fueran iguales. La no
mención directa de los Estados Unidos eran razones estratégicas para poder
desarrollar el movimiento en el territorio de esa nación que cumplía una
neutralidad cómplice acorde con sus intereses.
Al morir Martí la dirección del Partido Revolucionario
Cubano obvió las bases que dieron lugar
a su nacimiento, su fin único fue la
recaudación de dinero para organizar expediciones para la guerra, las bases
humildes y combativas de la emigración no fueron consultadas al disolverlo Estrada
Palma en 1898, porque según él, ya había cumplido sus objetivos.
¿Habría leído Tomás Estrada Palma las bases constitutiva
de este?...si, pero nunca tuvo confianza en su pueblo y lo demostró antes y después
de su actuar como Presidente de la República, fue el mejor representante de la
burguesía cubana.
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