domingo, 19 de mayo de 2019

EL ÚNICO TESTIGO DE LA MUERTE DE JOSÉ MARTÍ

Ángel de la Guardia Bello




Era 19 de mayo de 1895 justo en aquel paraje donde el Cauto recibía al Contramaestre, el mismo que el Apóstol describió en su Diario de Campaña, el mismo del que nos habla como tierras de Rosalío Pacheco y su familia, tierra llana y vegetación espesa.
 Hasta allí había llegado con las tropas de Bartolomé Masó, medio día ya cuando  se reencuentran con Máximo Gómez que andaba por esos lares buscando las fuerzas enemigas, que desde Jiguaní avanzaba en su búsqueda, justo allí los primeros disparos marcaron la decisión del Generalísimo de marchar sobre ellos , junto con las fuerzas que traían Masó, pero su  deber e intuición guerrera le dijeron que aquel no era lugar para Martí, le ordena quedarse en retaguardia y marchan en busca del enemigo, quedando el Apóstol solo, tal vez molesto por no poder participar en su primer combate, caracolea su caballo, los disparos arrecian y pronto a su lado llega el joven Ángel de la Guardia Bello[1], ayudante de Masó que viene de regreso de una encomienda de su de jefe, el será el compañero de Martí en su único combate, alentado por el hombre que ellos llaman  Presidente, el dueño de la palabra, el que admiran por lo que dice…fue una cabalgada épica rumbo al lugar donde escuchaban los disparos, el maestro delante, el joven tras su huella, sorteando las descargas cerradas y el  humo de la pólvora, de pronto salen a un breve descampado, una cerrada descarga los recibe, Ángel pierde su caballo y en caída ve desplomarse a Martí, no sabe su suerte, los disparos son muchos y la espesa maleza le impide saber de su destino, vuelve a las líneas de los insurrectos y comunica a Gómez la tragedia, el intento de recobrar su cadáver es heroico, pero el enemigo impide el rescate del cuerpo, la confusión es grande, desconocen si está herido o muerto, el enemigo se repliega, con ellos llevan el cuerpo  de José Martí, era medio día, tal vez la una de la tarde, Cuba perdía al mejor de sus hijos, en la hora que más lo necesitaba.


[1] Miguel Ángel de la Guardia Bello nació en Jiguaní en 1875, murió en la toma de las Tunas, en 1897, bajo el mando de Calixto García, fue muerto a los 23 años de edad siendo ya coronel, por méritos de guerra, del Ejército Libertador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario