miércoles, 22 de mayo de 2019

LAS MARCAS DE LA VIDA






 Dos Ríos
Carlos Enríquez

Muerto Martí en el combate de Dos Ríos, la duda de quién era  el hombre abatido ese medio día, fue disipándose poco a poco en la medida que Jiménez de Sandoval tuvo acceso a las pertenencias documentales que le acompañaban, había recibido tres disparos dos de ellos mortales, no existe evidencia de que estuviera vivo cuando ellos encontraron el cadáver, pero si la certeza de que era uno de los jefes de la partida mambisa que ellos buscaban, papelería, vestimenta diferente, más el rumor de que por la zona estaban Máximo Gómez y José Martí hicieron que Sandoval ordenara una retirada ordena y rápida  con el cuerpo del Apóstol sobre un caballo y rumbo al caserío de Remanganagua.
 Otra evidencia de que llevaban una figura de mucha importancia lo daban los vehementes intentos de los insurrectos por rescatar el cadáver. A media noche llegaron al poblado y ordena enterrar el cuerpo en una fosa abierta con rapidez junto con dos soldados españoles muertos en el combate. 
 Sin ataúd para ninguno y con el único fin de no perder los valiosos despojos, permanecieron en esa fosa hasta el día 23 de mayo en que reconocida la identidad del héroe se ordena desde la Capitanía General hacer un reconocimiento oficial del cadáver y trasladar posteriormente sus restos hacia Santiago de Cuba.
 Custodiando la fosa hubo un soldado permanente en los casi tres días que permaneció en tierra sagrada de su patria,

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