lunes, 25 de septiembre de 2017

OTROS RENOVADORES DE LAS ARTES PLÁSTICAS CUBANA




Los últimos cinco años de la década del 30 parecían confirmar el desarrollo de la pintura cubana, pero la situación política del país con su fuerte carga de represión al movimiento popular progresista provoca un nuevo éxodo de artistas.
Por estos años el éxodo de aprendizaje de los artistas cubanos se vuelve hacia México en el que se desarrolla el influyente movimiento muralista, que tuvo su primera expresión en Cuba en 1937 con las creaciones de sendos murales en la Escuela “José Miguel Gómez” y en la escuela Normal de Santa Clara.
En La Habana un grupo de pintores escriben una carta al rector de la Universidad de La Habana para que le autorizara la creación en sus muros de murales que reflejaran las luchas sociales del pueblo cubano y del estudiantado en particular. No hubo respuesta para una carta que tenía entre sus firmantes a Víctor Manuel, José Hernández Cárdenas, Amelia Peláez y Alberto Peña, entre otros.
Arístides Fernández Vásquez (1904-1934), es el genio truncado de esta generación, escritor y pintor, crea en solitario una obra que busca la cubanía en medio del caos de sus ideas reflejado en su dibujo y su color. Su obra se caracteriza por la búsqueda que ya iba concretando una forma propia en los últimos años de su vida, con una seguridad y armonía que permiten suponer una maestría superior.
Amelia Peláez (1897-1969) ingresó en la Academia de San Alejandro en 1916 comenzando a exponer en 1918 en los salones Anuales de la Asociación de Pintores y Escultores. En 1924 sale de Cuba, pasa por Nueva York y Francia. En París aprende las técnicas de las escuelas modernas que allí se asentaban, principalmente la del cubismo cuya influencia es evidente en su obra.
Antonio Gattorno Águila (1904-1980) es otro de los pintores cubanos innovadores que hacen de la sencillez y la simplificación, su razón de cambio. Estuvo también en París, pero su obra, a pesar de su gracia y buen gusto no logra desprenderse del todo del lastre académico. Sus temas se mueven en un ambiente rústico con tendencia al folklorismo tropical, incursionó también en el retrato. A finales de la década del 30 se radica en los Estados Unidos y abandona esta línea de trabajo sobre temas campesinos, para acogerse al surrealismo con fuerte influencia de Salvador Dalí.
 Alberto Peña (Peñita) Araguren (1897- 1938) y Lorenzo Romero Aciaga (1905- ¿?), trabajan los temas sociales. Alberto Peña, negro, con más deseo de pintar que aptitudes, estuvo muy influenciado por el muralismo mexicano y sobresale en la década del 30 por el tratamiento de la discriminación y las desigualdades. Lorenzo tiene un compromiso social con la clase trabajadora en obras con cierta influencia de Víctor Manuel.
 Otros pintores de relevancia en el período que se unieron a la línea de los renovadores fueron: Jorge Arche (1905-1956), Domingo Ravenet (1905-1969), Marcelo Pogolotti(1902-1988), Mirta Cerra (1904-1986) y Ramón Loy (1894- 1986),  junto a otros más jóvenes que alcanzan su plenitud en períodos posteriores, como son los casos de Wilfredo Lam, Mariano Rodríguez y René Portocarrero.
. En febrero de 1935 se realizó el Primer Salón Nacional de Pintura y Escultura en el que expusieron tanto artistas de la academia como los vanguardistas. Allí estaban Víctor Manuel, Abela, Amelia, Carlos Enríquez, Aristides Fernández, Fidelio Ponce, Ravenet Arche Romero Arciaga, Hernández Cárdenas, Gabriel Castaño, Alberto Peña, Domenech, Valderrama, Romañach y otros.
 En 1937 se celebra la Primera Exposición de Arte Moderno, en el que exponen artistas consagrados junto a figuras de nueva promoción, como Luis Martínez Pedro, René Portocarrero y Ernesto González Puig.

No hay comentarios:

Publicar un comentario