jueves, 21 de septiembre de 2017

FIDELIO PONCE Y SUS FANTASMAS




 "Los niños" Fidelio Ponce
Fidelio Ponce (1895-1949)[1] es el pintor más original y de más talento de esta primera vanguardia de las artes plásticas, golpeado por la vida y sus circunstancias, crea una obra irregular que perfecciona por intuición.
 Nació en Camagüey estudiando irregularmente en San Alejandro, donde no pudo aprender mucho. Se gana la vida como pintor de vallas comerciales y tiene un primer período en el que pinta paisajes y retratos de calidad irregular. En la década del 30 inicia un período de consolidación pictórica determinado por la esencia de sus mitos interiores, reflejos de su desgraciada vida de paria, gravemente enfermo de tuberculosis e incapaz de salirse de sí mismo, hace una pintura que refleja sus miedos y obsesiones, con un estilo personalísimo y en el que están presente figuras de tuberculosos, beatas, niños, vírgenes, cristos, monjes, mujeres, en fin espectros de su existencia.
 Para este retablo crea sus propios colores, partiendo del blanco fantasmal, en el cual parecen flotar sus figuras, apenas manchas contrastantes de blancos, ocres, nacarados, azulinos o rosas, colores “(…) que  van afinándose, suavizándose, haciéndose fríos y que llevan a la generalidad dentro de la pintura cubana”[2]
 Fidelio Ponce expuso por vez primera en el Lyceum en 1934, fue todo un acontecimiento cultural, llamando la atención del público y la crítica. En 1935 obtuvo el Premio Nacional del Salón de Pintura y Escultura con su cuadro, “La beatas” y repitió el premio en 1938 con, “Los niños”. En 1937 el Ayuntamiento de La Habana organiza una exposición homenaje, “Exposición de Fidelio Ponce”, con gran acogida.



[1]  Su verdadero nombre era Alfredo Ramón Jesús de la Paz Fuente Pons
[2] Loló de la Torriente: “Imagen en dos tiempos”. La Habana, 1982

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