Comandate Juan Almeida Bosque
Hace
62 años[1]
en un perdido cañaveral de Niquero fueron sorprendidos los expedicionarios del
yate Granma, quienes tras muchas horas de marcha forzada y esfuerzo por llegar
al macizo de la Sierra Maestra decidieron descansar en aquel lugar para luego proseguir la marcha.
La inexperiencia y el cansancio fueron sus
principales enemigos en aquel, muy silencioso lugar, que fue rodeado por las
fuerzas armada de la tiranía y luego baleados por hombres mejor armado y de
mayor experiencia combativa.
Alegría de Pío era el nombre de este aciago
lugar que devendría en bautismo de fuego de aquella fuerza bisoña que resistió
la envestida de las balas y se fue retirando en pequeños grupos, dispersos y
desorientados.
En medio del combate, en la sorpresa de la
lluvia de balas alguien habló de la posibilidad de la rendición en medio de
aquellas circunstancias adversar, la historia cuenta que del corazón de aquel
núcleo guerrillero surgió un improperio que ha marcado la voluntad de los que
hicieron y hacemos Revolución: ¡AQUÍ NO SE RINDE NADIE, C...!, era Juan
Almeida Bosque uno de los imprescindibles pilares de nuestra causa.
[1] 5 de
mayo de 1956, murieron en el combate cinco expedicionarios, otros fueron
detenidos y asesinados y varios pequeños grupos siguieron rumba a la Maestra,
para hacer la Revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario