lunes, 29 de agosto de 2016

LLUEVE EN LA HABANA



Es muy difícil en los últimos tiempos ver a La Habana gris con un manto de lluvia que cubra toda la ciudad y su suciedad, lluvia que pone a pensar a cientos de inquilinos atrapado en la trampa del vivir precario, con una gotera por compañía, una tupición, un salidero, un descolchado y todas esas heridas propias de los años sin mantenimiento que tiene nuestros edificios en sentido general.
 Llueve en La Habana y en los barrios tradicionales, todo el mundo piensa en el peligroso momento que salga el sol, porque esa conjunción de humedad y calor trae desprendimientos en estas edificaciones heridas y mal tratadas o no tratadas, por una gente a la que acostumbraron que el estado lo resolvía todo, pero cuando pudiera y con quien pudiera; ahora que se le ha dado la posibilidad de arreglarlo por su cuenta, con créditos incluidos, caes en manos de los burócratas que dilatan los tramites y de los especuladores que te revenden lo que el estado puso en sus rastros para que tu comprara.
¿Qué hacemos?, ver llover, ponernos románticos, correr tras las guaguas repletas, sacar el paragua, ponernos las botas y rogar que no se inunden las calles viejas y heridas de  Monte, de Cuatro Camino, Vía Blanca y 10 de Octubre y tantas otras que nos dejan en medio de una Venecia pestilente y vergonzosa.
 Llueve en La Habana y Servicios Comunales en el peor servicio urbano, no tiene carros para la basura, su personal es escaso y muchas veces solo sirve para lo que hacen y lo hacen mal.
 Llueve en La Habana y para algunos será la lluvia un espectáculos desde sus carros o desde sus balcones, para los de a pie, para nosotros es ver a esta bella ciudad del Golfo, llorar fango y basura.

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