Fidel en Playa Girón, el símbolo de la victoria cubana
Por
estos días que las derechas y las “izquierdas traidoras y oportunistas” están a
la ofensiva en América Latina, tratando de
terminar con todo vestigio de gobiernos justos, inclusivos, populares
por su modo de distribuir, aunque mucho de ellos ingenuos por no crear sus
propios mecanismos de defensas y creer en la “sacrosanta democracia burguesa”
que está hecha para perpetuar el capitalismo en cualquiera de sus formas; los
cubanos celebramos los 55 años de la gloriosa victoria militar del pueblo cubano
contra la brigada mercenaria, entrenada por la CIA y destinada a crear una
cabeza de playa capaz de sostenerse el tiempo suficiente como para que en ella “funcionara”
un Gobierno Cubano Provisional”, cuyos miembros esperaban pacientemente en la Florida
para ser traídos a Cuba y “pedir la intervención de la OEA y de los Estados
Unidos”, ese era el objetivo de aquella invasión mercenaria.
Desde
las costas cubanas de bahía de Cochino se divisaban los barcos yanquis, el
verdadero peligro esperando la oportunidad y el pretexto para la tercera
intervención en Cuba. Por eso hubo que desarrollar aquella ofensiva heroica y
sangrienta contra el invasor, por eso hubo que detener a cuanto elemento
enemigo de la Revolución estaba dentro del país, por eso se crearon las
milicias revolucionarias, pueblo uniformado, conformada por hombres, mujeres,
de todas las edades, razas y credo, por eso fuimos y somos invencible.
Hoy la ofensiva de la derecha en Latinoamérica
en la “cabeza de playa” para abrir las puertas de nuestros países al enemigo
mayor, los pueblos no cuenta, ya se le reprimirá, se comprará a sus líderes más
débiles o se hará una nueva “Operación Cóndor”, con otro nombre, para liquidar
a sus vanguardias, todo eso lo propicia el reblandecimiento egoísta de los que
aspiran a formar parte de las clases explotadoras, la mediana burguesía
acomodaticia y traidora, en limbo del
centrismo y finalizando siempre en las filas de las peores causas, “ quinta
columna natural” en nuestros países.
La desintegración, la ruptura de la unidad, el
egoísmo de clase y el desmedido “progreso consumista” ha empezado un nuevo ciclo
en América Latina, ojalá no tengamos que esperar medio siglo para una nueva
ofensiva desde los pueblos, las mayorías, los necesitados, los que siempre
pagan los platos rotos y pone los muertos.
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