El revés económico de la zafra de 1970 fue mucho más allá del simple
incumplimiento de la meta de producción, al marcar un cambio y rectificación de
los rumbos económicos y sociales del país para las décadas siguientes. En estos cambios tiene un peso decisivo la
ayuda de la Unión Soviética
y del resto de los países socialistas lo que implicó un mayor comprometimiento
de Cuba con los modelos económicos de estos y su manera de organizar la
institucionalidad socialista.
Los grandes cambios sociales que
se desarrollan en Cuba, provocaron un éxodo importante de población, que
comenzará en 1959 cuando el gobierno de
los Estados Unidos acogió en su territorio, principalmente en el estado de La Florida, a los asesinos,
politiqueros y principales culpables de la dictadura de Batista. A partir de
ese momento se hizo normal que todos los involucrados en acciones criminales y
contrarrevolucionarias, fueran acogidos en ese país, independiente de su
culpabilidad.
El segundo grupo de emigrados
fueron los afectados por las leyes del Gobierno Revolucionario, la burguesía
desplazada del poder, profesionales e intelectuales que no quisieron permanecer
junto a su pueblo; obreros y empleados de firmas cubanas y extranjeras, de
altos salarios y posiciones privilegiadas con relación al resto de los
trabajadores.
Les siguió un éxodo importante de
técnicos, profesionales, artistas e intelectuales, acogidos a las ventajas que
se le ofrecían si abandonaban su país, junto con miles de cubanos de diferentes
procedencias sociales, que prefirieron emigrar ante las duras condiciones de
vida que impuso el férreo bloqueo económico al que está sometida Cuba, la
precariedad de un país en pie de guerra y la falta de voluntad para resistir
junto a la mayoría de sus conciudadanos.
El estímulo a la emigración y fundamentalmente
la ilegal, ha sido una de las cartas políticas que se jugó el gobierno de los
Estados Unidos. Al emigrado cubano de estos años de Revolución[1],
se le aplica automáticamente la categoría de refugiado político y se le dan
facilidades para legalizar su status gracias a la arbitraria “Ley de Ajuste
Cubano”, que estimula la salida ilegal del país y provoca una alto índice de
víctimas civiles en el cruce de las aguas del estrecho de la Florida.
Cerca de medio millón de cubanos,
en diversos grados afectados, descontentos con la Revolución o verdaderos
enemigos políticos de esta, salieron en este período por diversas vías y fueron
engrosando la Comunidad Cubana
en los Estados Unidos, manipuladas en estos primeros años por los grupos
contrarrevolucionarios derrotados en Cuba, pero activos en territorio
norteamericano, donde contaron con el incondicional apoyo del gobierno de ese
país. Allí seguirán una cultura cubana de la añoranza, manteniendo su identidad
cultural y de muchas maneras el vínculo con la patria.
[1] Hasta el año 2016 se
mantuvieron estos privilegios para el emigrante cubano hacia los Estados
Unidos, fuera cual fuera su motivación para emigrar.
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