miércoles, 20 de diciembre de 2017

REVOLUCIÓN, LA VICTORIA (4)





El revés económico de la zafra de 1970 fue mucho más allá del simple incumplimiento de la meta de producción, al marcar un cambio y rectificación de los rumbos económicos y sociales del país para las décadas siguientes.  En estos cambios tiene un peso decisivo la ayuda de la Unión Soviética y del resto de los países socialistas lo que implicó un mayor comprometimiento de Cuba con los modelos económicos de estos y su manera de organizar la institucionalidad socialista.
 Los grandes cambios sociales que se desarrollan en Cuba, provocaron un éxodo importante de población, que comenzará en 1959  cuando el gobierno de los Estados Unidos acogió en su territorio, principalmente en el estado de La Florida, a los asesinos, politiqueros y principales culpables de la dictadura de Batista. A partir de ese momento se hizo normal que todos los involucrados en acciones criminales y contrarrevolucionarias, fueran acogidos en ese país, independiente de su culpabilidad.
 El segundo grupo de emigrados fueron los afectados por las leyes del Gobierno Revolucionario, la burguesía desplazada del poder, profesionales e intelectuales que no quisieron permanecer junto a su pueblo; obreros y empleados de firmas cubanas y extranjeras, de altos salarios y posiciones privilegiadas con relación al resto de los trabajadores.
 Les siguió un éxodo importante de técnicos, profesionales, artistas e intelectuales, acogidos a las ventajas que se le ofrecían si abandonaban su país, junto con miles de cubanos de diferentes procedencias sociales, que prefirieron emigrar ante las duras condiciones de vida que impuso el férreo bloqueo económico al que está sometida Cuba, la precariedad de un país en pie de guerra y la falta de voluntad para resistir junto a la mayoría de sus conciudadanos.
 El estímulo a la emigración y fundamentalmente la ilegal, ha sido una de las cartas políticas que se jugó el gobierno de los Estados Unidos. Al emigrado cubano de estos años de Revolución[1], se le aplica automáticamente la categoría de refugiado político y se le dan facilidades para legalizar su status gracias a la arbitraria “Ley de Ajuste Cubano”, que estimula la salida ilegal del país y provoca una alto índice de víctimas civiles en el cruce de las aguas del estrecho de la Florida.
 Cerca de medio millón de cubanos, en diversos grados afectados, descontentos con la Revolución o verdaderos enemigos políticos de esta, salieron en este período por diversas vías y fueron engrosando la Comunidad Cubana en los Estados Unidos, manipuladas en estos primeros años por los grupos contrarrevolucionarios derrotados en Cuba, pero activos en territorio norteamericano, donde contaron con el incondicional apoyo del gobierno de ese país. Allí seguirán una cultura cubana de la añoranza, manteniendo su identidad cultural y de muchas maneras el vínculo con la patria.



[1] Hasta el año 2016 se mantuvieron estos privilegios para el emigrante cubano hacia los Estados Unidos, fuera cual fuera su motivación para emigrar.

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