Breve,
porque tengo mucho que hacer con la adarga al brazo y el pensamiento agudo,
estamos inmersos en una batalla fuerte y hermosa, la creación del “hombre del
futuro”, y no lo digo solo por Cuba donde las intencionalidades de esto han
sido prioridad de la vanguardia política e intelectual del país, sino en todo
el mundo, donde la ambición de una poderosa minoría ha convertido en mercancía todo
lo que toca, como el Rey Midas que convertía todo en oro, eso tratan de hacer
los panzones capitalistas, ignorando historias, culturas y costumbres; apoyando
hipócritamente la violencia fundamentalista de diferentes signos y a esas
derechas fascistas que ahora vuelven a levantar cabeza en América Latina para
vender al mejor postor sus riquezas de todo tipo, con tal ser ellos los gananciosos.
Ahora quieren los “inocentes amigos” que
tenemos en los Estados Unidos, subvertirnos por las buenas, el famoso segundo
carril que el señor Obama conoce muy bien, para que sean los jóvenes quienes devuelvan
el “país a sus dueños resentidos”
Esta parece ser una etapa más de esa lucha
que data de dos siglos, entre las pretensiones de los poderes yanquis y
la tozudez de este pueblo descreído, alegre, hospitalario, inteligente, pero
muy nacionalista, con una historia más grande que su isla y con hombres de la
talla de gigantes, que impedirán las apostasía de los acomodaticios y
resaltarán la obra de una sociedad para no ser apéndice de nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario