jueves, 29 de diciembre de 2016

CUBANO DE CUBA

Es una redundancia pero al mismo tiempo una reafirmación nacionalista de los que permanecen en esta isla con las banderas de su dignidad y la capacidad creadora para luchar y salir adelante pese a todos. 
 Cuando alguien dice, "Soy un cubano de Cuba" nos habla del que a pesar de todo se quedó en esta isla para participar en el proceso revolucionario, ese que nos hizo iguales en la dignidad humana y el crecimiento personal y humilde que hace que todo un país tenga una perspectiva de vida mayor a los 74 años, que tengamos una población envejecida (enriquecida de valores y de ejemplos loables en este mundo egoista) y en aumento.
 Una sociedad que gasta más de la mitad de su presupuesto en la salud y la educación, sin que este cueste al ciudadano común un centavo, aunque todos sepamos que eso salió de nuestro sudor y de la sacrificadas vanidades, a costa de la precaridad y de la necesidad de la sosobra diaria por el vivir.
 Vivimos en una sociedad de muy bajos índice de violencia, la paz social no es  completa, la convivencia es dificil cuando tienes que repartir poco entre muchos, pero al final triunfa la solidaridad, el buen sentido, la bondad como valor humano y ese orgullo mayoritario de haber vivido una época de gigantes.
 Cuba se puso de moda, la barricada se abrió, los corazones se multiplicaron por el mundo y muchos, aunque nos duela, sucumbieron al "canto de sirena" capitalista, donde saben que tendrán que trabajar, más de lo que lo hcieron en su isla, esa llena de personas con trabajos burocráticos, salarios modestos y creatividad rentringida.
 La isla que a pesar de todo es un ejemplo, porque  no reparte lo que le sobra, aquí no sobra nada, sino inventa para multiplicar panes y peces y ayudar a los más necesitados, a esos que la vida convirtió en parias por sus adixiones, enfermedades o por las vueltas que da el egoismo.
 Feliz Año Nuevo para todos los hermanos, donde quiera que estén, pero principalmente a los Cubanos de Cuba, que haremos nuestra fiesta con lo que aparezca y con lo que dé el bolsillo, pero sincera, compartida con amigos y vecinos, bromeando con todo, hasta con lo más sagrado, pero concientes de que mañana hay que seguir empujando este pedazo de humanidad, varado en una isla, para construir una utopía de igualdad con la que hemos soñado  mucho tiempo.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

CULTURA vs MENTIRAS



Pareciera mentira que en la era de la información al minuto, la mentira fuera la protagonista principal de  los acontecimientos que desangran al mundo de hoy, no hay objetividad hay intereses, la información se ha convertido en una mercancía que se vende fresca, no importa cuán verídica es, que matices pueda tener, lo principal es tener una audiencia o un visionaje mayor que el competidor, no importa, mañana nadie se acordará que dijimos mentira, una monstruosidad  que  es la base para una sanción económica, una invasión o un bombardeo indiscriminado.
 El escudo mayor contra esta avalancha de información, real, sesgada, mentirosa, falsa o dicha a media es la cultura, el conocimiento primario que debe tener el lector, el oyente, el consumidor, cosa de poder discernir verdad de mentira, manipulación de objetividad.
“Ser culto es la única manera de ser libre”, escribió hace más de cien años nuestro José Martí quien vio en la cultura, como un todo, la única manera de enfrentar las manipulaciones de la que somos víctima los usuarios de los medios, incluyendo este (internet) que parece tan democrático, al alcance de todos, donde todos opinan y donde la saturación es la base de la manipulación.
 Solo con una cultura sólida la persona puede ver la mentira en medio de las verdades a medias, y encontrar la verdad, esa que hay que buscar con una linterna como Diógenes buscó a un hombre honesto.

martes, 27 de diciembre de 2016

¿EL BUEN VECINO?




La primera lección de historia para un cubano debe ser, las relaciones de la sociedad cubana con su vecino de  Norteamérica, los Estados Unidos, esa que no se inició con el diferendo entre la Revolución Socialista Cuba triunfante en 1959 y los gobiernos oligárquicos de USA.
 Quien conoce la historia de Cuba sabe que esa relación se remonta a la época colonial, con las apetencias coloniales de Inglaterra sobre las colonias antillanas de España, incluyendo Cuba, con la toma de La Habana por los ingleses  a finales del siglo XVIII y la resistencia de los criollos a ser gobernados por los ingleses pese a las enormes ventajas comerciales que esa breve ocupación de un año trajo para la economía de La Habana y sus alrededores.
 Ya florecía en el corazón y la mente de los habitantes de esta tierra la “otredad” como signo de identidad, el ser distintos, hablar un mismo idioma y vivir bajo un clima tropical en una isla privilegiada en su colocación geográfica.
 Con la Revolución de las Treces Colonias de Norteamérica, La Habana fue base de apoyo incondicional de los rebeldes, los puertos de la isla estaba abierto a los marinos americanos y la ayuda para solventar su independencia, no solo vino de Francia, sino de Cuba, cuyas mujeres contribuyeron con sus joyas a la causa de Washington, es una historia larga que las mentes pragmáticas olvidan, pero que no olvidamos nosotros.
 Luego la necesidad de los gobiernos de Estados Unidos a lo largo del siglo XIX, de anexarse la isla, ya sea por compra, canje o invasión, porque la próspera colonia era “necesaria” para la autosuficiente nación en expansión. Esa fue para Cuba colonial su paradoja, en el afán enfermizo e interesado de la oligarquía criolla de Cuba por mantener una economía de plantación con base esclavista, que la convirtió en la más poderosa de Hispanoamérica.
 En la segunda mitad del siglo XIX, madura la sociedad cubana, identificada  y con cultura propia, el baldón colonial era solo una mascarada para sostener la esclavitud y el enriquecimiento de una burocracia colonial española, por lo que las luchas por la independencia de Cuba comenzaron, con la ayuda individual de muchos norteamericanos y una “neutralidad” de su gobierno al que no convenía una Cuba independiente, dadas sus pretensiones de anexarla.
 A fines del siglo XIX los acorazados yanquis inauguraron la era imperialista del capitalismo mundial, esta vez para crear áreas de influencias que dejaran bien claro al resto de la potencia que para Estados Unidos, América Latina no era otra cosa que su patio trasero, su área de influencia.
 Para entonces ya teníamos un ojeador de futuro, un hombre inteligente que vivió un largo tiempo en los Estados Unidos y lo conoció, supo de su forma de hacer política y de las características de aquella sociedad de las ganancias y las oportunidades, tan llena de contradicciones en su democracia ensombrecida por su racismo, su olvido del débil y de la exaltación del triunfador, no importa cómo, ni en qué, ni por qué, ese hombre es José Martí, el primer antimperialista, luchador social, impulsor de la unidad latinoamericana y de la dignificación de las culturas de estos pueblos nuestros del sur.
 El esfuerzo por borrar el ejemplo de Martí fue grande, lo convirtieron las oligarquía en el convidado de piedra en una República nacida con el parche de la Enmienda Platt, semicolonia, sin una personalidad real como nación, sometida durante más de 60 años al saqueo de los monopolios de los Estados Unidos en complicidad con la burguesía nacional, disminuida al papel segundona administradora de la semi colonia, con el enorme complejo de inferioridad del “fatalismo geográfico”, basada en la fórmula de: “Se puede hacer todo con los americanos, pero no contra los americanos”, por supuesto aludiendo a los poderes del norte.
 Estamos cercano a celebrar los 58 años del triunfo de la Revolución que lideró Fidel Castro, nuestro Fidel ese que acabamos de sembrar en la Historia y que seguirá inspirando esta hazaña política y social que es, construir el socialismo a 90 millas de los Estados Unidos, contra viento y marea.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

RECUENTO DE FIN DE AÑOS




Entiendo muy bien a los jóvenes en eso de no pesar mucho en lo que dejan atrás y centrarse en el mañana cercano, porque no  es posible hacer planes a largo plazo y la vida es corta, la juventud, más aún y es necesario seguir en esta noria que es la cotidianidad.
 Pero su vida no podemos garantizarla ni escribirla los que somos mayores e incluyo, padres, madres y abuelos, tan dados a “darles al niño lo que yo no tuve”, aunque por lo general ese “darle” va más en las cosas que usará y romperá que en aquellos valores que le servirán para construir una vida, una forma de ser, una única personalidad, con criterio propio y con la menor cantidad de frustraciones posibles.
 El mundo de hoy, tan lúdico, tan de hacer la vida “hoy y ahora” persigue básicamente minimizar la incidencia de los jóvenes en la construcción del futuro, que será más suyo que de nosotros, pensando siempre que ellos no sabrán que hacer, que se irán con el primera anuncio o se quedarán en la primera comodidad, en un riesgo, pero que deben correr.
 Siempre habrá espíritus emprendedores que miren adelante, enfocados en el ayer para tomar lo mejor y en espiral crecer hacia la luz de lo desconocido, siempre adelante aunque a veces la misma espiral nos cree la sensación de que eso ya lo vivimos, ya lo hicieron los míos, ya estuve en ese lugar, de toda forma la vida es un riego, vívela.
 Tengo casi 66 años, lo mejor de mi es ser optimista ver con  toda la amplitud de la palabra, mirar con esa amplitud de 360 grados y soñar, seguir soñando con que un mañana será mejor, no solo para mi familia pequeña, sino para el género humano que está hoy muy jodido, en medio de guerras incomprensibles, fabulosas orgias de especulaciones financieras y una puja peligrosa de la minoría rica, por conservar lo que creen es su derecho divino: las riquezas materiales.
 Feliz Navidad amigos y ojalá nos despertemos con una sociedad mejor, ese es mi sueño, aunque sepa que no la tendremos si no la construimos entre todos.