Muerte de Martí
Autor: Esteban Valderrama
Como un juego
simbólico del destino nuestro José Martí murió en combate el 19 de mayo de 1895
acompañado de un joven de apenas veinte años de edad y que llevaba el nombre de
Ángel de la Guardia, como el que todo ser humano tiene en su compañía, según la
tradición cristiana, este era un ángel guerrero e impetuoso, un muchacho cubano
nacido en Jiguaní[i] el
16 de febrero de 1875, que había llegado al campamento de Dos Ríos, donde
estaban Martí y Máximo Gómez, como parte de la partida comandada por el General
Bartolomé Masó.
Al llegar campamento mambí se enteran por lo
que están en el campamento que Máximo Gómez ha salido a perseguir a una columna
española comandada por el coronel José Xímenez de Sandoval, Masó acompañado de
Martí parte en busca de Gómez y al encontrarlo en los alrededores de la
confluencia de los ríos Contramaestre y Cauto, este le ordena al Apóstol que
permanezca en la retaguardia, tratando de protegerlo de los peligros de la
guerra; lo deja solo partiendo junto con el general Masó a enfrentar al
enemigo.
Cerca del mediodía, poco después de lo
relatado, José Martí , que se debate entre lo ordenado por Máximo Gómez y sus
convicciones acerca del cumplimiento de su deber de cubano, se topa con el joven Ángel de la Guardia que viene de
cumplir una encomienda de su jefe Bartolomé Masó y regresa a
incorporarse al combate ya iniciado.
Al encontrarse con el muchacho Martí toma la
decisión de participar en el refriega y lo exhorta a que lo acompañe, parten
rumbo al lugar donde se escuchaban los disparos. Ángel de la Guardia relatará
posteriormente a Máximo Gómez que ambos salieron a un claro de
monte frente a un cercado, tras el cual se alineaban las fuerzas española, la descarga
derribó a Martí e hirió al caballo de
Ángel de la Guardia, quien pudo escapar ileso.
Dos disparos de fusil, uno en el esternón y
otro bajo la barbilla, cegaron la vida del líder cubano, que fue reconocido y llevado ya muerto por
las fuerzas colonialistas hasta el poblado de Remanganagua donde fue sepultado
en secreto en la noche de ese mismo día.
Ángel de la Guardia continúo una meritoria
carrera militar en las fuerzas libertadora cubana, formó parte de las fuerzas
invasoras de Antonio Maceo, combatió en el duro combate de Peralejo y regreso
posteriormente a la región oriental donde murió en el combate de Victoria de
las Tunas el 31 de agosto de 1897 ostentando los grados de Teniente Coronel del
Ejército Libertador Cubano.
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