Nuestro Silvio Rodrñiguez dejó en una canción (La Rabia) esta sensación que vivo hoy, en que la necesidad práctica de mi trabajo no me deja mucho tiempo para compartir con los amigos, es la inmediatez haciendo imposible regalarme unos minutos para la reflexión más íntima y la selección de todo aquello que esté en su Bitácora.
Para nosotros en esta Casa Museo de José Martí son días de hermoso faenar, porque estamos en Jornada Martíana, y enero es mes de peregrinar de llegar a la modesta casita de Paula y ver los pocos objetos que quedan de su vida, ver el espacio vacío donde estuvo la cama de su madre aquel viernes 28 de enero, de madrugada, fría, como son estos días y nos trajo a este niño inteligente y abarcador que luego sería la figura referencial de nuestra cultura y la historia, José Martí.
Organizar esta llegada al Belén cubano es titánico para este pequeño equipo, porque a veces de tanto querer hacer, los seres humanos olvidan lo fundamental: "Lo más importante es lo que no se vé", en un mundo como el nuestro aluvión de información, aluvión de colores y vanalidad, apego a lo superfluo y lo novedoso, aunque no sea más que moda.
Para ellos, los que llegán por cientos, el reconocimiento de los que le recibimos. La capacidad de asombro de la gente llana, es lo que nos nutre y esperamos que nuestras palabras en una visita o la respusta a una pregunta, sea la verdadera fuente de inspitación de la espiritualidad del cubano... lo demás es y será solo polvo de estrellas. Gracias.
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