lunes, 8 de enero de 2018

JOSÉ MARTÍ, AUTOBIOGRAFÍA




Este es un documento curioso, escrito por José Martí para el periódico “Patria” en 1892, el tema central es el propio Martí quien esboza una biografía del Delegado del Partido Revolucionario Cubano, pocos días después de haberse constituido esta organización que tiene como fin primordial luchar por la independencia de Cuba y de Puerto Rico, por su valor testimonial la traemos a los lectores de este Blog a modo de acercarnos un poco más a la figura gloriosa del Héroe Nacional de Cuba:

“El Delegado del Partido Revolucionario Cubano,- del Partido que mantiene la unión de los antillanos revolucionarios para impedir, con una guerra de espíritu público, el triunfo de una independencia nominal y fugaz, por no llevar en sí el aliento y los modos y el propósito de la república,- es el mismo hombre que a raíz del Zanjón[1] concentró e torno suyo los cubanos sagaces que convenían en la necesidad de mantener compactas, para la lucha decisiva,  las fuerzas de una guerra en que causas efímeras y personales vinieron a hacer posible la tregua innecesaria; el mismo hombre que, al día siguiente de caer con el movimiento imperfecto de 1880, convidaba a los jefes prestigiosos del extranjero, y a los cubanos más señalados de la Isla, a ordenar desde entonces, desde hace doce años, los elementos de opinión y de fuerza, para alzarse en seguro con la colonia podrida y minada; el mismo hombre que en hora difícil, sin ira en el corazón, prefirió mantener la  justicia de respetar al país y convidarlo cuando se le llevaba a la guerra que lo trastornaría, a la gloria insuficiente de llevar al país temeroso una guerra oscura y ciega; el mismo hombre que, por encargo de los compatriotas con quienes residía, propuso a las emigraciones, hace tres años, la conveniencia de fijar, campaña franca y unida, los principios de utilidad pública, y los métodos democráticos y cordiales, con que servían a la patria sus hijos emigrados. Y al ser honrado por distinción que ninguna otra pudiese superar, con la representación visible del Partido Revolucionario Cubano, él sabrá, sin duda en acuerdo estricto con su propia historia, y en obediencia al mandato expreso de sus compatriotas, guiar las fuerzas revolucionarias, en el período de su gestión, de modo que sean la única ayuda y no el mayor  peligro, de la patria amada; de modo que incluyan, para el poder de hoy y la paz de luego, los elementos todos del país, en la proporción de la justicia de modo que la guerra que se ordene, sea la guerra republicana e impersonal, germen de la república segura, y dispuesta en acuerdo con la voluntad y los intereses legítimos de la patria.”
Periódico “Patria”, 23 de abril de 1892[2]




[1] Lugar donde se firmó el fin de la primera guerra de independencia en Cuba, febrero de 1878
[2] Obras Completas de José Martí. Tomo 1, pp.415, 416

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