viernes, 4 de marzo de 2016

SABOTAJE AL VAPOR “LA COUBRE”




El 4 de marzo de 1960, hace ya 56 años se produjo un hecho abominable en el puerto habanero, esa tarde estalló el vapor “La Coubre” proveniente de Bélgica con una carga de armamento comprado por la Revolución Cubana para su legítima defensa.
 Dos explosiones y más de cien víctimas fue el terrible saldo de un sabotaje que nadie reivindicó, pero que todas las pruebas señalan a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como su autor, por algo aún los resultados del peritaje hecho por la compañía aseguradora permanecen en secreto, esperando que sea el tiempo el que borre las culpas y atenúe la ira de todo un pueblo contra los responsables materiales e intelectuales de tal vandalismo.  
 Corren otros aires en las relaciones cubano-estadounidense, el presidente Obama ha dicho lo que la historia ya había reconocido, las medidas coercitivas, presión política, económica y militar contra Cuba no habían logrado los “efectos deseado” (derrocamiento de la Revolución, cambio de sistema y descontento popular masivo).
 Aclaró que no se renunciaba a esos objetivos pero que será por “otros métodos” para lograr lo mismo de modo menos indirecto. En política la ingenuidad se paga caro y lo menos que son los dirigentes de la Revolución es ingenuo, existe ecuanimidad, se analiza cada paso, se normaliza una relación necesaria pueblo a pueblo, pero sin renunciar a las conquistas logradas, a los principios defendidos, a la ética humanista y de igualdad social que ha sido el principio básico de la REVOLUCIÓN CUBANA, así con mayúscula, aunque los “sietemesinos” de siempre traten de ocultar y de convertir en una confrontación generacional o en diferendo entre el “progreso capitalista” de unos pocos y la redistribución social justa y equitativa de todos los cubano.
 Esta no es la Isla Utopía, hay mucho por hacer, mucho que rectificar, mucho que trabajar, pero sobre la base de todas las conquistas logradas, refrendadas en nuestra Constitución y defendidas por la gran mayoría de la población.
 Por último, recordemos que un día después del sabotaje en el entierro de las víctimas Fidel pronunció por primera vez la consigna que ha marcado la decisión inquebrantable de los cubanos a defender lo logrado: “PATRIA O MUERTE”

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