jueves, 10 de marzo de 2016

EL TRIUNFO DE LA PELOTA LIBRE SOBRE LA PELOTA ESCLAVA



José Antonio Huelga, una estrella del beisbol revolucionario
A propósito de la visita a La Habana del equipo de beisbol de las Grandes Ligas norteamericanas Tampa Bay, para celebrar un encuentro amistoso con una selección de Cuba, es bueno recordar cómo se rompieron estos vínculos deportivo que tiene sus raíces desde finales del siglo XIX cuando beisbolistas cubanos jugaban en torneos de Estados Unidos y con frecuencia venían a la isla equipos de aquel país a topar con los cubano.
En los primeros años de la Revolución, coexistieron junto al esfuerzo por masificar el deporte, la práctica del deporte profesional en Cuba, muy ligado a las organizaciones norteamericanas del “deporte rentado”. La radicalización de la Revolución y las presiones políticas de los Estados Unidos, pusieron en contradicción a ambas formas de práctica deportiva, por lo que el Gobierno Revolucionario optó  por la eliminación del deporte profesional en todas sus manifestaciones dentro del territorio nacional (19 de marzo de  1962).
Al triunfo de la Revolución existía la Liga Profesional de Beisbol, con cuatro equipos: Habana, Almendares, Cienfuegos y Marianao, que jugaban un campeonato invernal, que reanudó su torneo el 14 de abril de 1959, inaugurado por el propio Fidel. Ese año el campeonato se lo adjudicó el equipo de Almendares, que poco después ganó la Copa del Caribe en representación de Cuba.
 La confrontación política de la Revolución Cubana con la oligarquía criolla y los norteamericanos influye en la organización del campeonato profesional cubano en 1960, las autoridades de EE.UU., no autorizan a los jugadores yanqui para jugar en Cuba. Como consecuencia se crea la Asociación de Peloteros Profesionales de Cuba que se encarga de organizar el  último torneo profesional en la isla, iniciado el 17 de octubre de 1960 con peloteros cubanos en los cuatro equipos y ganados por el equipo Cienfuegos y que terminó el 15 de febrero de 1961.
 Un hecho relevante del beisbol profesional cubano fue la victoria del equipo Cubans Sugar King en la Liga de la Florida, con categoría Triple A, por primera vez en su última presentación, ya que los magnates del beisbol rentado de los Estados Unidos le retiraron a La Habana la sede del equipo y poco después este desaparece por falta de peloteros cubanos.
 Continuando su hostilidad los dueños de equipo de las Grandes Ligas Norteamericanas, presionan a los peloteros que militan en equipos de ese país para que no participen en los torneos cubanos. Ante la crisis en que se ve envuelto el campeonato profesional cubano y la voluntad de la Revolución de abolir el deporte profesional en Cuba, se suspende la Liga Profesional Cubana y se organiza la Serie Nacional de Beisbol, regida por los principios de la práctica del deporte aficionado y la representación de todas las provincias del país desde la base.
El 14 de enero de 1962 en el rebautizado Estadio Latinoamericanos del Cerro, en La Habana, se inicia la I Serie Nacional de Beisbol con cuatro equipos: Occidentales, La Habana, Azucarero y Orientales, compuestos por peloteros poco conocidos por los aficionados del beisbol cubano, pero que no eran bisoños en el desempeño deportivo, la mayoría jugaba en las ligas informales del interior del país y en la capital. Esta primera serie fue ganada por el equipo Occidentales.
 Ese torneo primero de nuestras queridas Series Nacionales fue muy bien definido por Fidel como: “El triunfo de la pelota libre sobre la pelota esclava”


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