Cuando
llega septiembre en Cuba, la noticia se genera en los hogares de todo el archipiélago,
de San Antonio a Maisí, incluyendo nuestra bella Isla de la Juventud, todo
queda supeditado a los preparativos del curso escolar, que sin interrupciones,
contra viento y marea comienza esa primera semana del noveno mes del año.
Por cotidiano, un hecho tan hermoso no es
noticia en un país “BLOQUEADO”, eso no lo olviden, que tenemos que erogar
grandes sumas para traer desde cualquier parte del mundo los materiales
necesarios para que no falten los uniformes de nuestros niños, o los insumos
escolares mínimos, necesarios y gratuitos que llegarán a cada rincón de esta
país que desde el triunfo de su Revolución en 1959 puso el énfasis en aquella
sentencia martiana de “Ser culto es el único modo de ser libre” y pase lo que
pase no ha dejado a un solo niño sin la oportunidad y la obligación de sus
mayores de enviarlos a la escuela, aun cuando tenga algún tipo de discapacidad
o la naturaleza le haya jugado una mala pasada, será tan culto como él quiera
ser, para que sea tan libre como quiera ser.
La libertad va más allá del tener mucho desde
el punto de vista material, aunque es verdad que las alas de la espiritualidad
crecen más mientras más se sabe y la prosperidad predomine, aunque existan
muchos tristes ejemplos de lo contrario.
“Ser bueno es mejor que ser príncipe”,
sentenció Martí y en las escuelas cubanas la bondad y el amor crecen, pero el
hogar debe educar en el ejemplo de modestia, bondad, sencillez, altruismo, que
abrillantarán el talento hasta la altura del sol, y hará posible que tengamos ciudadanos
mejores, más comprometidos con su sociedad y su tiempo, estén en el lugar que estén,
al fin y al cabo los buenos ejemplos y la buena educación siempre
enorgullecerán al educando y al que se beneficia con su cultura y saber.
Más de un millón y medio de estudiantes estarán
hoy en las aulas cubanas, pensemos en el esfuerzo material que esto significa
para nuestra humilde sociedad, siempre sorteando los escollos naturales de la
economía y la maledicencia de los que no nos perdonan haber hecho una
Revolución, MAS GRANDE QUE NOSOTROS MISMOS
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