miércoles, 27 de febrero de 2019

JOSÉ MARTÍ TUVO UN AMIGO POLÉMICO




Fermín Valdés Domínguez

José Martí tuvo muchos amigos, pero hay uno que le resultó particularmente entrañable, Fermín Valdés Domínguez, porque su amistad proviene de esos años forjadores que son la segunda niñez y la adolescencia, de esos años de vida dura y anhelos muchos en que siempre hay un alma gemela para compartir penas y alegrías, eso fueron estos dos muchachos, amigos del alma, inseparables en esos primeros años de su vida y luego viviendo vidas paralelas pero que tenían muchos vasos comunicantes entre ambos.
 Si hoy tenemos una visión de esos primeros años del Apóstol se lo debemos a Fermín, nacido el 13 de junio de 1853, y para siempre guardador de su memoria y divulgador de sus ideas políticas.
 Pero este hombre martiano e inconforme, fue un rebelde indomable durante toda su vida, al igual que José Martí tuvo por norte la independencia de Cuba y la conformación de una República “con todos y para el bien de todos”, y si Martí fue un hombre de diálogo y convencimiento; Fermín fue el ímpetu, la palabra dura y abierta ante lo mal hecho o lo inconveniente, por eso se ganó muchos enemigos personales y políticos, que se ocuparon de tejer una “leyenda negra” alrededor de su figura, por su “mala costumbre” de llamar a las cosas por su nombre, hoy en día esa leyenda lo persigue, pese a sus enormes méritos patrióticos y su contribución a la independencia de Cuba.
 Aún hoy en la bibliografía cubana posterior a 1959 se habla de la polémica publicación de su “Diario de Soldado” en la década del 70, de las cuales salieron dos tomos entre 1972 y 1973, otros hablan de un tercer tomo que no he visto y de la censura a un cuarto tomo que no circuló. ¿La razón? El descarnado testimonio y la opinión sincera sobre “grandes figuras del panteón patriótico cubano”, a los que juzga por determinadas actitudes personales y políticas.
 Por eso aún carga con una mala reputación entre algunos historiadores y otros que dicen serlo, pero a su favor, el gran amor que le profesó José Martí, que lo tuvo como un alma gemela.
 Para esos que le niegan méritos al gran amigo de Martí, le recomiendo la película “Inocencia”, enfocada en el episodio que marcará la vida de Fermín Valdés Domínguez, el fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina en 1871, y del cual fue protagonista, habría que preguntarse cuántos de sus detractores tendrían el coraje de este cubano pleno del que Martí se enorgulleció de su amistad.

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