Fermín
Valdés Domínguez
José
Martí tuvo muchos amigos, pero hay uno que le resultó particularmente
entrañable, Fermín Valdés Domínguez, porque su amistad proviene de esos años
forjadores que son la segunda niñez y la adolescencia, de esos años de vida
dura y anhelos muchos en que siempre hay un alma gemela para compartir penas y
alegrías, eso fueron estos dos muchachos, amigos del alma, inseparables en esos
primeros años de su vida y luego viviendo vidas paralelas pero que tenían
muchos vasos comunicantes entre ambos.
Si hoy tenemos una visión de esos primeros
años del Apóstol se lo debemos a Fermín, nacido el 13 de junio de 1853, y para
siempre guardador de su memoria y divulgador de sus ideas políticas.
Pero este hombre martiano e inconforme, fue un
rebelde indomable durante toda su vida, al igual que José Martí tuvo por norte
la independencia de Cuba y la conformación de una República “con todos y para
el bien de todos”, y si Martí fue un hombre de diálogo y convencimiento; Fermín
fue el ímpetu, la palabra dura y abierta ante lo mal hecho o lo inconveniente,
por eso se ganó muchos enemigos personales y políticos, que se ocuparon de
tejer una “leyenda negra” alrededor de su figura, por su “mala costumbre” de
llamar a las cosas por su nombre, hoy en día esa leyenda lo persigue, pese a
sus enormes méritos patrióticos y su contribución a la independencia de Cuba.
Aún hoy en la bibliografía cubana posterior a
1959 se habla de la polémica publicación de su “Diario de Soldado” en la década
del 70, de las cuales salieron dos tomos entre 1972 y 1973, otros hablan de un
tercer tomo que no he visto y de la censura a un cuarto tomo que no circuló.
¿La razón? El descarnado testimonio y la opinión sincera sobre “grandes figuras
del panteón patriótico cubano”, a los que juzga por determinadas actitudes
personales y políticas.
Por eso aún carga con una mala reputación
entre algunos historiadores y otros que dicen serlo, pero a su favor, el gran
amor que le profesó José Martí, que lo tuvo como un alma gemela.
Para esos que le niegan méritos al gran amigo
de Martí, le recomiendo la película “Inocencia”, enfocada en el episodio que
marcará la vida de Fermín Valdés Domínguez, el fusilamiento de los ocho
estudiantes de medicina en 1871, y del cual fue protagonista, habría que
preguntarse cuántos de sus detractores tendrían el coraje de este cubano pleno
del que Martí se enorgulleció de su amistad.
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