Cuando yo era un niño, allá por los
lejanos 60s, los cubanos no conocíamos la fecha de nacimiento de Fidel, y
llegaba agosto con todo el calor y no eran tiempos de cumpleaños; en aquellos
días germinales no pasaba un mes sin que
ocurriera algo nuevo que asombraba al pueblo y
nos jugábamos la vida por ser distintos.
En ese entonces, Fidel era el mismo barbudo de la Sierra, incansable con sus
largas zancadas y kilométricos discursos
en los que hoy nos asomamos para comprender que en esos días, a más de resolver
la cotidianidad, se estaba asomando al futuro y en muchas ocasiones quiso
acelerar su construcción. Desde entonces era una costumbre que si pasaba algo
trascendente en política o en nuestra vida de pueblo, esperábamos a ver qué
dice Fidel.
El líder… “es
aquella persona capaz de inspirar y guiar a
individuos o grupos. El líder es el modelo para todo el grupo. No debe ser de ningún modo un
caudillo, un cabecilla, el líder no adopta algunos valores negativos de estos, es mucho más.
“El líder es sencillo, veraz, capaz de trabajar en
grupo, capaz de expresar libremente sus ideas, capaz de luchar por sus principios, tiene buenas relaciones humanas, piensa con estrategia, etc.”[1i]
Recuerdo muy bien cuando murió el Che y allá
en la Plaza de la Revolución,
increíblemente silenciosa, nos dijo a todos y principalmente a los que entonces
éramos adolescente, que Ernesto Guevara era el modelo de hombre y
revolucionario al que debíamos aspirar,… y soñamos y quisimos ser como el Che.
También vienen a mi memoria aquellos tristes
días de 1970, en medio de un inmenso campo de cañas de azúcar, un grupo de adolescentes lloramos
inconsolablemente, cuando desde la radio Fidel nos decía que no se podrían
hacer los diez millones de toneladas de azúcar, por la que tantos sacrificios
habíamos hecho,… y luego del silencio, él mismo nos dijo que había que
convertir el revés en victoria.
Ese es Fidel, leyenda para los que desde lejos
supieron de su coraje, inteligencia y virtudes; y para nosotros los cubanos,
los que hemos crecido con sus decisiones, rectificaciones, victorias y errores:
el invicto hombre conductor de pueblo, síntesis de su coraje, voz de sus
aspiraciones y escudo moral de sus virtudes.
“Porque la vida de Fidel
trasciende a su persona individual. El nombre de Fidel condensa las aspiraciones,
las resistencias y los sueños rebeldes de numerosos pueblos, no sólo del
cubano, contra el capitalismo, el imperialismo y el neoliberalismo. Si el Che
Guevara es el símbolo mundial de la rebeldía juvenil, su amigo y compañero
Fidel representa la máxima expresión de las rebeliones antiimperialistas y
socialistas del Tercer Mundo. Por eso es tan despreciado por los poderosos del
planeta, sus monopolios de (in)comunicación y la CIA, incluyendo en esta fauna atroz a los
extremistas millonarios de Miami que hoy quieren, mezquinamente, ocupar el
centro de la escena mediática con su prédica de odio, resentimiento y muerte.” [2]
¡Qué bueno que tuvimos y tenemos Fidel, claro y lúcido en su definitivo paso por la vida, consagrados a Cuba y a la humanidad!
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