Hace
más de un siglo, un cubano a punto de morir por su país y sus ideas escribió
una carta memorable dirigida a un amigo mexicano a quien le explicaba con toda
claridad el propósito de todos sus desvelos y sacrificios para lograr que
nuestro países de América no cayeran bajo la hegemonía de un ambicioso vecino
que solo veía en nuestro pueblos “intereses económicos y geopolíticos”, ese
cubano es José Martí quien dejará sin terminar su carta a Manuel Mercado un 16 de mayo de 1895, la
premura de hacer patria, no le hizo olvidar ese peligro mayor que significaba y
significa los estados Unidos para América Latina.
Ahora que por estos días un nuevo Secretario
de Estado proclama sin tapujo la “Doctrina Monroe” (América para los americanos)
y desentierra aquel “Plan Cóndor” en el que las fuerzas armadas
latinoamericanas se convirtieron en hacedoras de dictaduras, violadoras de los
derechos humanos y protectoras de los intereses yanquis y oligárquicos en sus
países es bueno alertar a los ingenuos, despertar a los egoístas y alentar a
los revolucionarios de toda América Nuestras sobre la necesidad de fortalecer el basamento
ideológico de nuestras luchas, porque no habrá mañana si olvidamos la historia,
si no hacemos la lectura correcta de lo que pasa en política a nivel global,
donde las injusticias se valoran según los intereses de a quienes benefician.
“viví en el monstruo y le conozco las entrañas”,
sentenció Martí en esta misma carta y nos dice con claridad meridiana que
cuanto había hecho hasta ese momento y haría en el futuro, era para eso, “…para
impedir que los Estados Unidos caigan con esa fuerza más sobre los pueblos de
Nuestra América”
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