martes, 1 de septiembre de 2015

EL MUNDO HOY




La cultura es memoria, huella del hombre sobre la tierra, de su devenir por generaciones sobre este planeta que es apenas un soplo, geológicamente hablando. El ser humano lo ha transformado y hoy se ha puesto a punto de completar un etnocidio selectivo por motivos realmente mezquinos.
 Que la aldea global cuente con varios miles de millones de congéneres, debería ser motivo de orgullo para todos nosotros que hace apenas cien mil años comenzamos este fantástico transito de la manada a la sociedad moderna, desarrollando una capacidad tecnológica capaz de hacer mucho bien y mucho mal.
 El humano siempre curioso, ambicioso y egoísta ha olvidado  ha olvidado elementos de su espiritualidad que la civilización debió potenciar: el primero y más importante es su capacidad de “ser bueno”, compasivo y solidario; valores que hoy pugnan por desaparecer en una sociedad muy competitiva donde la “Ley del más fuerte” predomina a  fuerza de la violencia del hombre contra el propio hombre.
 La sociedad moderna está abocada a  la disyuntiva de resolver los problemas de su especie y el planeta todo, o seguir desarrollando una vida desafortunadamente lúdica para  un pequeño de ellos (los alfa, los triunfadores, los dueños de casi todo, los sin escrúpulos), que equivale a decir una humanidad sin futuro, pero que desaparecerá a lo “grande” en medio de orgías, exceso de lujo, fatuidades y una cultura vanal en la que el culto a la riqueza y el poder, nos dará una noche a lo grande, después no importa.
 Vale la pena luchar por utopías, soñar por una humanidad humana, redundancia necesaria en un mundo maltusiano en el que millones no tienen esperanzas.
 La democracia no debería ser solo el derecho a elegir al timonel del poder (casi siempre rico, inteligente y a fin a las clases poderosas); democracia debe ser derecho a la vida, a la educación, la salud, llegar tan lejos como nos den nuestras capacidades, respetar al otro, condenar el egoísmo y la envidia e identificarnos todos como lo que somos “seres pensantes”, seres humanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario