viernes, 19 de septiembre de 2014

LA PERIODIZACIÓN HISTÓRICA EN LA REVOLUCIÓN CUBANA




 La Revolución Cubana triunfante en 1959 constituye el hecho histórico más importante de la historia contemporánea de la isla, con la llegada al poder de los revolucionarios encabezados por Fidel castro y las grandes transformaciones que han desarrollado en el curso de estos cincuenta años y más.
 El hecho mismo de estar inmersos en las grandes transformaciones que se produjeron es este período histórico, ha detenido a pocos estudiosos en la periodización sistemática de este acontecimiento.
 He aquí un intento que pretende dar organicidad a la historia de una Revolución aún viva y con la disposición dialéctica al cambio:
Período Fundacional (1959-1971)
Caracterizado por la radicalización de los procesos histórico que se dan: el enfrentamiento con la oligarquía nacional y las fuerzas imperialistas de los Estados Unidos, convertido desde los primeros meses del triunfo revolucionario en el mayor adversario del proceso de cambio; la Ley de Reforma Agraria, la campaña de alfabetización, las primeras nacionalizaciones a los colaboradores de la dictadura de Batista.
El enfrentamiento a la violencia contrarrevolucionaria, creación de las milicias, los Comités de Defensa de la Revolución, los órganos de seguridad del país, la derrota de la invasión mercenaria en Playa Girón, la Crisis de Octubre, la lucha contra bandido.
 El establecimiento de vínculos políticos y económicos con la Unión Soviética y el Campo Socialista, el bloqueo económico de los Estados Unidos y la amplia ayuda en todas la esferas de estas naciones para permitir la sobrevivencia de la Revolución que al mismo tiempo crearon vínculos políticos y económicos que frenaron el impulso liberal y democráticos de la Revolución.
 Es el período más rico y menos sistematizado de la Revolución
 El momento de cambio de este período está dado por el fracaso de la “Zafra de los 10 Millones” (1969-1970) y la  rectificaciones posteriores en las esferas de la ideología, la economía.
La Institucionalización (1971-1980)
 En lo económico significó la incorporación de Cuba al bloque económico soviético del CAME[1] con su controvertida “división socialista del trabajo”, que acentuó a Cuba en su papel histórico de país monoproductor de materia prima, con una excesiva participación del estado en la gestión económica.
 Se creó una estructura estatal vertical y rígida que fortaleció el estado burocrático centralizado; la creación de una estructura estatal y política semejante a la de sus homólogos socialistas; la ideologización de la sociedad cubana y el intento de crear una cultura “nueva” con muchos rasgos del realismo socialista, excluyente y sectario.
 El momento de cambio de este período está dado por el fracaso del reencuentro con la Comunidad Cubana en los Estados Unidos, su influencia en los sectores marginados, afectado y excluidos y por las políticas de lucha contra el diversionismo ideológico, con su momento más álgido en la “Crisis del Mariel” y la ocupación de la embajada de Perú  por cientos de personas que querían abandonar el país.
La rectificación de errores (1980-1991)
 El tercer período está marcado por el término de las misiones internacionalistas en África, el proceso de rectificación de errores, los sucesos en la URSS y en los países del Campo Socialista de Europa.
 Fue un período en que el estado cubano logró una estabilidad económica y social basada en el sistema de cooperación con el CAME, con estándares de vida, educación, salud y bienestar aceptables, aunque con todo el peso del sistema ideológico-burocrático fortalecido  y en alza.
 La desaparición del Campo Socialista y de la Unión Soviética, con la pérdida de los sistemas preferenciales y subsidiados que habían beneficiado a Cuba provocó una brusca caída en los niveles de vida y en la economía del país dando paso al momento más duro del proceso revolucionaria: El Período Especial
 El Período Especial (1991- 2000)
 Tentativamente puede hacerse un cierre al término de la década de los 90, aunque el siglo XXI cubano es una historia en desarrollo.
 La pérdida de los mercados socialistas dejó a Cuba paralizada, sin combustible, ni abastecimientos, sobreviviendo con la cuenta diaria y con el liderazgo de un líder que puso en función de su pueblo su inteligencia para impedir el caos.
 La confianza en Fidel, sobretodo, hizo que este pueblo siempre supiera a qué atenerse en aquellos duros momentos.
 En medio de tantas penurias el Período Especial le dejó al pueblo cubano la lección de lo que podía hacer por sí solo, con la inventiva, confianza en sí mismo y su potencial cultural y educativo, para salvar un proyecto en esencia noble y participativo.
 Volvimos a descubrir que podíamos hacer muchas cosas, sin el estado, fuimos más libre, valoramos mucho más lo que habíamos alcanzado, pero exigimos nuestra posibilidad de participación e integración en nuestra sociedad.
 El estado no se debilitó, se hizo más democrático, apareció la sociedad civil cubana fuera de las rígidas organizaciones políticas y de masas, ganaron en visibilidad los religiosos, los grupos marginados de todo tipo y la presión sobre el estado vertical y centralizador ha sido mayor.
 Defectos muchísimos, los valores humanos salieron dañados de este período duro de nuestra historia, el egoísmo, el individualismos enfermizo, la prostitución, el juego, las indisciplinas sociales y la corrupción en los estamentos estatales se hicieron presente, pero el pueblo y su Revolución salió de lo peor, y pudo lograr “conservar las conquistas del socialismo”, ese pedido que en los días más difíciles del Período Especial, nos hizo Fidel.




[1] Comunidad de Ayuda Mutua Económica

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