El 26 de julio de 2019 comienzan en Lima los Juegos Deportivos Panamericanos, las olimpiadas de América en la que cada año que pasa va siendo más dificil para Cuba situarse entre los tres primeros, por varias razones coyunturales que el cubano discute en cada esquina como si fuera cuestión de honor, y de hecho lo es, pero eso es otra historia, veamos cómo comenzó todo en la República burguesa que nació a principios del siglo XX:
El beisbol es el deporte de
más arraigo en Cuba desde su introducción a fines del siglo XIX. Por esta época
se jugaba de forma organizada un campeonato profesional regentado por la Liga
General de Base Boll, eran campeonatos de invierno, de octubre a febrero y con
cuatro equipos que variaban constantemente a excepción de los dos grandes
fundadores de la capital y que arrastraban la mayor cantidad de adepto, los
clubes de Almendares y Habana, las dos tradicionales novenas cubanas hasta la
eliminación del profesionalismo en 1961.
Los torneos se juagaban en el “Almendares
Park”, sito en las inmediaciones de la avenida de Carlos III y Ayestarán y reubicado
1918 en los terrenos que hoy ocupa la Terminal de Ómnibus Nacionales en la
Avenida de Rancho Boyeros y 19 de mayo, el célebre ciclón del 1926 daño mucho
al nuevo Almendares Prak que poco a poco se fue convirtiendo en una ruina. En
1930 se inauguró el estadio de La Tropical que pasó a ser la sede de la Liga
Profesional Cubana durante este período.
En la temporada 1923-24
participaron los equipos de Almedares, Habana, Marianao y Santa Clara que
debutaba llevándose la Liga con balance
de 36 victorias y 11 derrotas.
El Santa Clara era un fuerte equipo en el que
militaban veteranos jugadores cubanos y algunos norteamericanos. Entre los
peloteros cubanos que estuvieron en esta novena inicial se cuentan, Alejandro Oms, “Champión” Mesa,
Julio Rojo y José de la Caridad Méndez, entre otros.
La temporada 24-25 la iniciaron los mismos
cuatro equipos, pero a mediación del torneo se retira el Santa Clara y entra el
Matanzas a quien se le reconoce el average del Club excluido. El ganador ese
año fue el Almendares con 34 victorias y 13 derrotas.
La serie del 26-27 la juegan el Almendares, Habana, Cienfuegos y el
Club Cuba, esta vez la victoria correspondió al Habana con 23 y 11. Paralelo a
este torneo de beisbol se organiza una liga profesional con jugadores descontentos,
que no pudieron organizar una segunda temporada.
La temporada 27-28 se celebró con solo tres
equipos, al no jugar el Cienfuegos, el Habana vuelve a triunfar con 22 y 13. El Cienfuegos se
reincorpora en la temporada 28-29 y el Habana repite su victoria (32-13). El
club Cuba sale de la Liga en campeonato invernal 29-30, reaparece el Santa
Clara y por primera vez gana Cienfuegos la Liga Profesional Cubana con balance
de 32-19.
En la temporada siguiente 1930-1931 juegan los
cuatro equipos de la pasada, pero esta vez se reducen los juegos a solo
siete juegos contra cada equipo. La
crisis de la liga profesional, el poco público que asistía a los juegos obliga
a la Liga Profesional a reorganizar la serie. Se desintegra el Santa Clara y
reaparece el Marianao que ganó el torneo con 6 y 5 al suspenderse el torneo
definitivamente en noviembre de 1930.
Los clubes Habana, Almendares, Cienfuegos y el
debutante Regla disputan un torneo en 1931 ganado por el Almendares con 21 y
9. En el campeonato 31-32 se reincorpora
el Marianao que sustituye al Regla y gana el Habana con 21 y 9.
El torneo de beisbol profesional 1932-1933 se
inició con los mismos equipos, pero se vio interrumpido por la intensificación
de las luchas antimachadistas, por lo que fue reconocido ganador el Habana que
marchaba al frente con 13 y 9. La serie del 33-34 fue suspendida por la
inestabilidad política del país.
Los torneos invernales del
beisbol profesional cubano se reanudaron en la temporada 1934-1935 esta vez en
el nuevo estadio de La Tropical con los cuatro equipos tradicionales,
correspondiendo la victoria al Almendares con balance de 19 y 9.
En el torneo 35-36 reaparece
el equipo Santa Clara, reemplazando al Cienfuegos, esta novena ganó cuatro
temporadas consecutivas, la mencionada con 33 y 14, la del 1936-37 con 37 y 33,
ganando en serie extra al Marianao; la invernal de 1937-38 con 44 y 18 y la
última de 1938-39 esta vez con 34-20, en este último campeonato no jugó el
Marianao sustituyéndolo en Club Cuba.
En el campeonato que cierra este período, el
torneo de 1939-1940, reaparece el Cienfuegos sustituyendo al Cuba, en lid
ganado por el Almendares con 28 victorias y 23 derrotas.
En este periodo cobra auge el beisbol
aficionado organizado, cientos de clubes sociales, de empresas o
instituciones, forman parte de la base social con la que el beisbol cubano
siempre contó. Había una Liga Nacional Amateur que celebraba un torneo anual.
En 1923 este torneo fue ganado por la Universidad de La Habana, en 1924 sale
airoso un equipo de la policía nacional y en los tres años siguientes hasta
1927, el Vedado Tennis se lleva el
campeonato.
En 1927 se crea la Liga Intersocial Amateur
que promovió la serie Co-Criolla campeonatos hasta 1930 entre el campeón de
esta Liga y el de la Liga Nacional. La primera serie se celebró en 1928 ganando
el Club Teléfono frente al Vedado Tennis; en 1929 la Universidad gana la Liga
Nacional y los telefónicos repiten en la Intersocial y la serie Co Criolla.
En 1930 el Club Teléfono jugó y ganó la Liga
Nacional además de repetir en la liga Co Criolla, pero esta vez frente al
Círculo de Artesanos de la Liga Intersocial.
En 1931 se disuelve la Liga Intersocial y
desaparece la serie Co Criolla, pero la Liga Nacional sigue celebrando sus
campeonatos ganado este año por el Club Teléfono. Al siguiente año, 1932, gana
por primera vez un equipo del central Hershey y en 1933 los célebres Rifleros
de Regla.
Hershey repite en 1934 y 1935, para ceder en
1936 y 1937 frente al Club Fortuna y recuperar el banderín en los tres últimos
años de este período: 1938, 1939 y 1940.
En cuanto a las individualidades del beisbol,
la gran figura de estos años fue Martín Dihígo( 1905-1971), bautizado como “El
Inmortal”. Debutó a los 16 años en los
terrenos del Almendares Park (1923) con el equipo de igual nombre. Por espacio
de 26 aós brilló en los diamantes cubanos y de otros países como México, Puerto
Rico, Venezuela, República Dominicana y los Estados Unidos, país en el que jugó
en la liga de color, por estar prohibido en las Grandes Ligas de entonces que
un pelotero negro jugara en sus equipos.
Virtuoso en las nueve posiciones al campo,
fundamentalmente en el picheo, fue también un bateador temible. Logró la
hazaña, no repetida en Cuba de ganar simultáneamente el campeonato de picheo y
bateo de la temporada 1935-36. Ganó además el campeonato de picheo en las
temporadas 38-39 y 43-44; escogido como el jugador más útil en las series
27-28, 35-36, 36-37 y 41 -42. Como director de equipo ganó con el Santa Clara
en la serie 35-36 y con el Marianao en la siguiente, 36-37. Se retiró del
beisbol activo en 1948.
En este período que abarca desde 1923 a 1940
continuó la inclusión de peloteros
cubanos de la Liga Profesional en las Grandes Ligas de Estados Unidos, el
primero de ellos fue Pedro Dibut en la temporada 1924-25; Miguel Herrera
(1925-26), Oscar Estrada (1929), Fermín Guerra (1937-1951) y René Monteagudo
(1938-1945).
En cuanto a eventos internacionales Cuba
organiza el II Campeonato Mundial de Beisbol Amateur en 1939, con la asistencia
de Nicaragua, Estados Unidos, Hawai, México y Puerto Rico. Jugado en el estadio
de La Tropical fue ganado por la novena de Cuba con balance de 10 victorias y
una sola derrota. Además el beisbol amateur de Cuba ganó la medalla de oro en
los tres primeros Juegos Centroamericanos.
El segundo deporte de Cuba el boxeo, ya cuenta
con una amplia popularidad en este segundo período del siglo XX (1925-1940),
era un modo de vida para muchos jóvenes de extracción humilde que vieron en el
mismo un modo de vida, pero además no faltaron los peleadores talentosos que
pusieron a Cuba en los primeros planos
del pugilismo mundial.
La figura máxima del pugilismo rentado en Cuba
lo fue Eligio Sardiñas, Kid Chocolate (1910-1988), de los pesos ligeros, quien
debuta como profesional en 1928 teniendo como preparador al periodista Felipe
Gutiérrez (Pincho), organizador de una escuadra de boxeadores cubanos que en
ese año hicieron una gira por los Estados Unidos. De este equipo formaron parte
además, el mediano Juan Antonio Herrera, el ligero pesado Reemberto Duo,
“Relámpago Sagüero”.
Penetrar el mercado del boxeo tarifado de los
estados Unidos no fue fácil para el “Pincho” Gutiérrez, pero logro contratar
una pelea para el Kid Chocolate con el prometedor Eddie Enos, a quien Sardiñas
derrotó por fuera de combate en tres asaltos; esta victoria le permitió
continuar peleando con los mejores boxeadores de su división en los Estados
Unidos, en otros cuatros combates ganados por fuera de combate. Tenía 18 años y
ese año ganó veinte peleas, convirtiéndose en el primer cubano en aparecer en
el ranking mundial de los profesionales.
Su racha ganadora la interrumpe Jack Kid Berg en agosto de 1930 quedando
fijada en 45 victorias consecutivas.
El 15 de julio de 1931 el “Kid Chocolate” gana
la faja la faja mundial de los junior light wieght frente a “Benny” Bass a
quien noqueó en siete asaltos en pleito
efectuado en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos.
El 20 de noviembre de ese
propio año ganó el título mundial de los ligeros al derrotar en quince asalto a
Tony Canzoneri en el Madinson Square Garden de New York.
“Kid Chocolate” fue un campeón de boxeo que
peleó mucho, su calidad y su fama atraían jugosos contratos para enfrentar a
los mejores de su peso. En julio de 1932
le dio la revancha a Jack Berg a quien volvió a derrotar
inobjetablemente, también discutió la corona en los pesos ligeros, versión del
estado de New York, frente Lew Feiman,
en doce asalto. Ese mismo año 32 se organiza una gira por Europa presentándose
en España y Francia, frente a los mejores boxeadores locales, a su regreso
comienza la decadencia de este gran boxeador.
En noviembre de 1933 es vencido por Canzoneri
quien le propina su primer fuera de combate de su carrera, un mes después
pierde el título de los ligeros frente a Frankie Klick, por descalificación en
siete asalto. A partir de ese momento
continuó peleando, ganando y perdiendo hasta su definitivo retiro el 18 de
noviembre de 1938 en pleito con Nick Jerone, con un resultado de tablas que fue
en realidad un homenaje a la gloriosa carrera de Eligio Sardiñas, Kid
Chocolate.
Otro sobresaliente boxeador profesional cubano
del período lo fue Esteban Gallard, Kid Charol (1901-1929), de la división de
los 63,5 Kg., dueño de un boxeo elegante
que le hizo imponerse en escenarios cubanos y foráneos. En 1926 viajó a Buenos
Aires país donde se hace famoso y donde
muere de tuberculosis.
José Raúl Capablanca continuó su brillante
carrera ajedrecística, participando en múltiples torneos y maches,
manteniéndose invicto entre 1916 y 1924. Perdió la corona mundial en 1927
frente al ruso Alexander Aliojin, en disputa celebrada en la ciudad de Buenos
Aires, con un tanteo de 6 victorias para el vencedor, dos para Capablanca y 25
tablas.
La derrota no le hizo perder su ímpetu, siguió
jugando para demostrar que aún seguía siendo el mejor del mundo. En el torneo
de Bad Kissingen en 1928, queda segundo, en Karlovy Vary, 1929, ocupa el mismo
lugar. En vano buscó la revancha, Aliojin nunca se la concedió. Aún es un gran
jugador pero sus rivales le conocen, saben de sus deficiencias en la apertura y
juegan mucho mejor frente a él.
En la primera Olimpiada de Ajedrez organizada
en Buenos Aires, Argentina en 1939, será el primer tablero de Cuba y en su
posición gana la medalla de oro individual. Murió el 8 de marzo de 1942 tras
haber protagonizado una gran carrera deportiva y convertirse en uno de los grandes popularizadores del ajedrez, proponiendo en algún momento ampliar el
tablero, para ganar en posibilidades combinativas, así como extender la
enseñanza del ajedrez en las escuelas.
El Club de La Habana era el principal impulsor
del ajedrez en Cuba, aunque poco a poco su práctica se fue extendiendo a otras
partes de la isla. En 1936 se crea la Federación Cubana de Ajedrez formada por
iniciativa de los clubes de La Habana, Artemisa y Caibarién. Para fines del
período se crearon numerosos clubes en Matanzas, Camajuaní, Puerto Padre,
Victoria de las Tunas, Melena del Sur, Santiago de Cuba, Ranchuelo, Ciego de
Ávila y Manzanillo.
Sobresalen los maestros Miguel Blas Alemán,
Francisco Plana, Alberto López Arce, José Paz Peñalver, Marcelino Ceiro y María
Teresa Mora.
En 1926 se inician en Ciudad México los
Primeros Juegos Centroamericanos con la participación de 269 atletas de Cuba,
México y Guatemala. El evento convocó a 7 deportes: atletismo, beisbol,
esgrima, natación tenis y tiro, todos en torneos para hombres, los cubanos se
impusieron natación, esgrima y beisbol, en tanto México se impuso en los
restantes. La gran figura de Cuba fue el veterano esgrimista Ramón Fonst,
ganador del florete, la espada y el sable, de manera invicta.
Estos juegos se convirtieron en los juegos
regionales más antiguos del mundo y tenía como premisa fundamental ayudar a la preparación de los atletas en su
futura participación en los Juegos Olímpicos.
En 1930 Cuba organiza la segunda versión de
los Juegos Centroamericanos, en La Habana, con un programa de diez deportes, se
inauguraron los juegos el 15 de marzo de 1930 en el estadio La Tropical, con la
inclusión de la féminas en un torneo de exhibición de tenis que solo incluyó
cubanas.
Desfilaron 632 atletas de Cuba, México,
Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá y Puerto Rico. Cuba ganó los juegos,
imponiéndose en beisbol, atletismo, futbol, esgrima, natación y tiro, en
fraternal porfía con México.
Nuevamente sobresalió Ramón Fonst ganador del
florete y espada, invicto, no pudiendo
ganar el sable por una lesión cuando marchaba al frente con 5 toques a cero de su rival.
En el atletismo sobresale la figura de José
Barrientos, deportista universitario, jugador de fútbol rugby, remero,
baloncestista y corredor de distancias cortas quien igualó el record mundial
vigente en los cien metros planos con 10,2 seg, marca que no fue homologada. En
1928 la Comisión Atlética Universitaria gestionó y costeó su participación en
la Olimpiada de Amsterdan, convirtiéndose en el único representante de Cuba,
llegando hasta las semifinales de los 100 metros planos.
En cuanto al fútbol, tuvo en la década del
veinte su época de mayor esplendor en Cuba, animado por las asociaciones
regionales españolas y algunos clubes cubanos, que llevaron a este deporte a
competir con el beisbol a finales de esa década.
Surgieron equipos como el Iberia, Unión
Racing, luego Fortuna Sport Club, Cataluña, Vigo y el Olimpia. Se disputaba la
«Copa Orr» donada por Robert M. Orr, que finalmente fue ganada en propiedad por
el Club Hispano.
En los años 1926, 27 y 28 el fútbol floreció en
La Habana llegando a jugar en el mítico Almedares Park de beisbol, los
clásicos topes entre el Fortuna Sport Club y el Club Hispano.
En 1929 se crea la Federación de Fútbol de la
República de Cuba que logró su ingresó en la FIFA, su primer gran éxito internacional
fue su victoria en los Juegos
Centroamericanos de La Habana y organizó un campeonato nacional hasta 1937.
Finalmente la federación cubana preparó una selección cubana que participó en
el Campeonato Mundial en Francia en 1938, selección que dejó una grata
impresión al empatar un partido, ganar otro frente a Rumanía y perder con
Suecia, lo que es aún la única participación de Cuba en mundiales de fútbol y
la mejor actuación del futbol cubano en todos los tiempos.
En cuanto a la rectoría del deporte aficionado
se organizó la Unión Atlética Amateur
fundada en 1922, era una organización no gubernamental que nucleó a los
clubes y federaciones deportivas cubanas amateur. Su base fueron los clubes
privados, base del deporte elitista, sin tener en cuenta el deporte popular. En
1923 el Comité Olímpico Internacional (COI) invitó a Cuba a crear un Comité
Olímpico Nacional, entidad que no se creará hasta 1926, pero se logra que las autoridades del deporte amateur
en Cuba nombren un representante ante el COI, en la persona de Porfirio Franca.
El Comité Olímpico Cubano se crea el 13 de
agosto de 1926 con Miguel Ángel Moenck
como su presidente, aunque no alcanza su carácter permanente hasta 1937 y su
reconocimiento por el COI hasta 1954
En 1938 se creó el primer organismo
gubernamental para el deporte, la Dirección General Nacional de Deporte, cuyo
objetivo era impulsar y organizar la práctica del deporte, su primer director
fue el Comandante Jaime Mariné que se desempeñaba como presidente de la
Comisión Nacional de Boxeo.
El organismo deportivo arrendó y reconstruyó
el “Nuevo Frontón”, rebautizado como “Palacio de los Deportes”. Allí tuvo su
sede el ente gubernamental del deporte, además de tener una cancha polivalente
en la que se podía practicar: boxeo, baloncesto, jai-lai volibol, balonmano,
squasch, pesa, billar, etc. Además la Dirección de Deporte administraba el
Estadio de La Tropical, el “Arena Cristal” y el Estadio de Camagüey. También
creó varias academias de natación, jai-lai, atletismo y boxeo.
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