No soy muy amigo de hablar
de lo que no conozco por experiencia propia, por eso soy precavido al emitir
una opinión sobre otras sociedades que parecen hoy entrar en contradicciones
con ellas mismas, por ejemplos procesos sociales de beneficios para la mayoría
que pierden popularidad, frente a factores que todos saben son radicalmente de
derecha y favorecedoras de minorías oligárquicas, por la misma razón como vivo
en un país socialista, con un estado centralizado de democracia vertical, puedo
explicarme la resistencia de la gente a
la perpetuación de un gobernante por muy democrático y dador que haya
sido.
Controlar en el socialismo es crear un
aparataje burocrático más grande que las economías que las sostienen, con
funcionarios adocenados y llenos de informes que dar a las estructura superior, mientras
frenan y extorsionan a las personas necesitadas de sus servicios, que pagan con
pequeños y grandes “favores” lo que ellos debían hacer por obligación.
Caer en estas redes en Cuba es muy fácil,
basta que necesites de los servicios públicos de cualquier funcionarios y cuento en ellos a los
servicios de salud, educación, y una larga etcétera que hacen al cubano
depender de un “amigo que le resuelva” para hacer posible su gestión, ahora más
que nunca en que un sector no estatal necesita de muchos trámites para funcionar
en esa selva de papeles en que lo envuelven, si va por lo legal y que se
agilizan si caen en el “trapicheo”, el pago de favores o la “meriendita” para
el que tiene que agilizar estos trámites.
Si esto no es corrupción, que baje Dios y lo
vea y el cubano de a pie y sin recursos, la mayoría, se ve frustrado ante esta
horda moderna que medra a costa de las necesidades del inefable, muy mencionado
y maltratado PUEBLO.
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ResponderEliminarNo es mi modo de trabajar eliminar ningún comentario, este dibió borrarse por error, de todos modos muchas gracias Eduardo y espero nueva comunicación
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