miércoles, 24 de febrero de 2016

24 DE FEBRERO, UN GRITO DE CUBA POR SU INDEPENDENCIA



José Martí en la emigración. Autor: Hernánez Giró

El 24 de febrero de 1895 se produjo un hecho esperado y gloriosos en la historia de la isla de Cuba, entonces colonia de España con el apoyo de los sectores ricos de la sociedad colonial, tanto criollos como peninsulares, incapaces de sacar lección de la decisión de los cubanos por ser libres, tras los diez primeros años de cruenta lucha por su independencia.
 Se iniciaba un nuevo período de guerra para expulsar de la isla el colonialismo español enraizado desde hacía cuatro siglo en la Mayor de las Antillas. Esta vez el movimiento emancipador venía encabezado por un hombre de claras ideas separatistas, actualizado en el panorama político de su momento histórico y decidido a cambiar no solo la condición política de la isla, sino su basamento social lastrado por la esclavitud de hombres y mujeres de origen africano que apenas 9 años antes habían sido emancipado por el gobierno de España, poniendo fin a su oprobiosa condición.
Mucho tiempo antes en 1868 los primeros cubanos que se levantaron por su independencia liberaron de la servidumbre a sus esclavos y los llamaron como iguales a luchar por la patria común que de un modo u otro habían construido.
 José Martí y su Partido Revolucionario Cubano, estaban al frente de aquel segundo momento de las luchas por la libertad de la isla, desde el exilio, apoyado por la emigración cubana asentada en los Estados Unidos llamó a la unidad de todos, sin distinción de clases, ni razas, proponiendo la creación de la República que tuviera por Ley primera la dignidad plena del hombre y donde se conquistara toda la justicia posible para los pobres de la tierra, esos que fueron mayoría en la adhesión al movimiento y los primeros en morir en los campos de batalla.
 Se iniciaron, ese 24 de febrero, los más cruentos días para el pueblo cubano, España no estaba dispuesta a perder lo que consideraba parte inseparable de su territorio, ni los dividendos que esta próspera colonia dejaba al fisco real, por lo que se empeñó en sofocar a toda costa aquel movimiento popular y revolucionario.
 El saldo fue la muerte de más de 300 mil personas, combatientes y civiles, la destrucción de las dos terceras parte de las riquezas del país, la pérdida de valiosos líderes cubanos en el empeño libertario, entre ellos el propio José Martí y el inclaudicable general Antonio Maceo, síntesis ambos de los mejores valores de la patria mestiza y libre que aspiraban a construir.
 La intervención norteamericana en junio de 1898 mediatizó la posible victoria de las armas cubanas y dejó pendiente sobre el futuro de Cuba la alternativa anexionista que siempre fue la aspiración de los intereses de las oligarquía, tanto la yanqui, como buena parte de los sectores criollos y peninsulares presentes  en Cuba.
 La República de Martí, “con todos y para el bien de todos” quedaba pospuesta.

martes, 23 de febrero de 2016

SONIA, SILVESTRE COMO TODO LO AUTÉNTICO




Sonia Silvestre[1], tan dominicana como cubana, vino a Cuba cuando este isla era un tabú para muchos y se presentó en radio y televisión, cantó en muchos pueblos del interior cubano y se acercó al repertorio de la trova contemporánea cubana y de compositores cubanos, todos muy escuchados aquí pero en ese entonces, los años 70 y principio de los 80, muy poco oídos fuera de Cuba, Sonia fue amiga de Cuba, de los cubanos y de la Revolución Cubana, de todo eso se enorgulleció durante toda su vida.
 Por eso es muy hermoso que la Oficina del Historiador de La Habana y la Embajada Dominicana en Cuba comiencen la Jornada de la Cultura de República Dominicana en Cuba con un homenaje a ella y nada menos que en la cubanísima Plaza Vieja, hermosa y llena de historia presente y pasada, allí se develará una tarja en su memoria y perpetuará el recuerdo de la Silvestre amiga de Cuba, esa que llegaba sin avisar y nos sorprendía con un recital junto a Sara González o algún otro amigo trovador y bohemio como ella.
 Los cubanos sentimos su muerte, apreciamos su amistad y aplaudimos el gesto de recordar a esta dominicana que canta y nos quiere con amor de pueblo, silvestre como todo lo espontáneo y genuino.


[1] Sonia se inició en el canto cuando siendo aún adolescente conoce a la cantante Cecilia García, quien la introdujo como corista de “jingles” publicitarios. Hizo su debut oficial como vocalista en mayo de 1970, en el programa “Gente” que producía Freddy Ginebra para Radio Televisión Dominicana, donde  interpretó el tema de Los Hermanos Castro “Yo sin ti” acompañada por la banda del maestro Luis José Mella.
Un momento decisivo de su carrera fue cuando la compositora Leonor Porcella de Brea la escogió para que interpretara su tema “¿Dónde podré gritarte que te quiero?” en el IV Festival de la Canción Dominicana celebrado por AMUCABA (Asociación de Músicos, Cantantes y Bailarines) en Santo Domingo, en el año 1971. Alcanzó el segundo lugar  y posteriormente grabó para el empresario artístico Bienvenido Rodríguez su primer LP titulado “Esta es Sonia Silvestre”.
En 1971 terminó como finalista en el Festival Internacional de la Canción de Bogotá y en 1972 la Revista Tele-3 la seleccionó como la cantante más popular. Lo mismo hizo el programa Farándula en 1973. (Tomado de Cubadebate, 19 de abril de 2014)

lunes, 22 de febrero de 2016

CUBA, UN TALLER SOCIAL EN EBULLICIÓN



No soy muy amigo de hablar de lo que no conozco por experiencia propia, por eso soy precavido al emitir una opinión sobre otras sociedades que parecen hoy entrar en contradicciones con ellas mismas, por ejemplos procesos sociales de beneficios para la mayoría que pierden popularidad, frente a factores que todos saben son radicalmente de derecha y favorecedoras de minorías oligárquicas, por la misma razón como vivo en un país socialista, con un estado centralizado de democracia vertical, puedo explicarme la resistencia de la gente a  la perpetuación de un gobernante por muy democrático y dador que haya sido.
 Controlar en el socialismo es crear un aparataje burocrático más grande que las economías que las sostienen, con funcionarios adocenados y llenos de informes que  dar a las estructura superior, mientras frenan y extorsionan a las personas necesitadas de sus servicios, que pagan con pequeños y grandes “favores” lo que ellos debían hacer por obligación.
 Caer en estas redes en Cuba es muy fácil, basta que necesites de los servicios públicos de  cualquier funcionarios y cuento en ellos a los servicios de salud, educación, y una larga etcétera que hacen al cubano depender de un “amigo que le resuelva” para hacer posible su gestión, ahora más que nunca en que un sector no estatal necesita de muchos trámites para funcionar en esa selva de papeles en que lo envuelven, si va por lo legal y que se agilizan si caen en el “trapicheo”, el pago de favores o la “meriendita” para el que tiene que agilizar estos trámites.
 Si esto no es corrupción, que baje Dios y lo vea y el cubano de a pie y sin recursos, la mayoría, se ve frustrado ante esta horda moderna que medra a costa de las necesidades del inefable, muy mencionado y maltratado PUEBLO.