Escudo
de la ciudad de Guantánamo
Las primeras menciones a esta región del
oriente cubano fueron en las cartas del Adelantado Diego Velázquez nombrándolo
como Guantabano, toponímico utilizado por los aborígenes de la zona para
nombrar esta exuberante región cruzada por varios ríos que nacen en las
montañas y desaguan en su bahía y sus alrededores.
Guantabano significa tierra de los ríos o
tierra entre ríos y mantuvo el nombre primero para el río más largo de la región,
el Guantánamo y luego dando nombre a esta zona alrededor de la bahía que
recibió este nombre, que permaneció casi despoblada desde la conquista hasta
principios del siglo XIX.
La población más antigua de la zona es la de
Tiguabo, un pequeño caserío en el hato del mismo nombre que tenía un camino que
unía al poblado del Caney con la bahía de Guantánamo y cuyo origen se remonta a
las primeras décadas de la conquista.
Esta era tierra de aborígenes y mestizos de
negro mezclados con españoles, tierra brava con ganado montaraz y conucos
escondidos para dar de comer a la familia, en la que abundaba el cimarronaje[1]
y el olvido de los centros de poder coloniales, los dos más cercanos, Santiago
de Cuba y Baracoa.
No sería hasta el siglo XIX con la llegada de
la emigración franco haitiana, empujada por la Revolución antiesclavista de
Haití, que se animaron estas tierras con
estos nuevos colonos expertos en la siembra de café, cacao y caña de
azúcar.
En la ribera del rio Guaso y en confluencia
con el arroyo Rafat, a una veintena de kilómetros de la bahía, se crea un nudo
comercial animado por catalanes y franco-haitianos, entre las montañas pobladas
por estos colonos y el puerto de La Caimanera, en la bahía de Guantánamo, poco
a poco fue surgiendo un poblado que en principio se llamó Santa Catalina del
Saltadero y que con el tiempo luego fue nombrado como Guantánamo, tomando fecha
fundacional el día de creada la Capitanía, 1 de diciembre de 1817, surgía así
la villa de Guantánamo, centro de esta feraz tierra que se consolidó a mediados
del siglo XIX como la más rica de la región oriental.
[1]El
cimarrón es el esclavo que escapa al monte y hace vida libre y en rebeldía, en
esta zona el cimarronaje lo comenzaron los aborígenes que se asentaron en lo
profundo de las montañas guantanameras y conservaron su modo de vida con
escasos contactos con las autoridades españolas.
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